Olga Sosa Ruiz, la Senadora tamaulipeca de Morena, trata de vender una imagen de mujer política digna, raza, popular, una idea que la aleja de la relación estrecha, pecaminosa y delictiva con el multimillonario reynosense Sergio Carmona Angulo, el “Rey del Huachicol”, asesinado en San Pedro Garza García, cuando aún era -según registros de mensajes de texto y señalamientos de testigos documentados en expedientes norteamericanos- “novia” del traficante.
Aquí lo delicado es que Olga Patricia era una especie de “novia del Chuky”, una señorita maquiavélica y tóxica que unía su alto perfil delincuencial al maligno “muñeco” para hacer daño.
Sergio Carmona le dio millones de dólares a Olga, no solo para su campaña, también para sus “compritas” personales, de hecho, presume que el millón y medio de dólares que la madre de la Senadora cambió a pesos y en efectivo, unos meses después del asesinato de Sergio, fue dinero ilícito procedente de los bolsillos del traficante, dado uno de los mensajes donde el número telefónico identificado como el de Sosa Ruiz refiere que “está sacada de onda” y que si ese “encargo el que le entregó un notario, era un préstamo mientras vendía su casa” .
Sí o sí hablaba de un dinero no relacionado con los financiamientos de campañas, ya que ese concepto lo manejaba una empleada cercana a Carmona.
La entonces sonriente Olguita compró un magnífico piso en el concepto playero VELAMAR, en Altamira, Tamaulipas, con un valor de arranque en esa fecha por 11 millones 390 mil pesos, tal como se acredita en el departamento que el alcalde de Victoria, Eduardo Gattás Báez, también compró en el mismo desarrollo inmobiliario.
Pero Olga Sosa, la Chuky tamaulipeca, fue mucho más maquiavélica que Lalo Gattás en la compra venta:
Primero, no lo adquirió directo de los desarrolladores sino de una pareja que aparece como primeros dueños, este matrimonio, Juan de Dios “N” y Martina “N”, le compraron a la Constructora AYVE -la misma empresa que le vende en el mismo sector el departamento de 11 millones a Eduardo Gattás- el departamento de lujo por solo 2 millones 990 mil pesos, esto en Abril del 2019 .
Como usted comprenderá 2 millones 990 mil pesos no es una cifra creíble en ese sector, resulta demasiado poco dinero, es claro que alteraron los números para eludir impuestos; lo que se pone más extraño es que 3 meses después la pareja le vende el lujosísimo departamento a la astuta Olga por 3 millones de pesos, que ella adquiere mediante un contrato hipotecario con un banco.
¿No será que Olga pagó los otros 9 millones con dinero en efectivo constante y sonante? Y de pura casualidad ¿No sería de Sergio Carmona Angulo esa feriecita? No lo sabemos, tal vez solo se trata de una megaoferta que la Senadora no desaprovechó.
Y quiero decirle que de ser así, mató víbora en viernes porque ahora mismo hay una persona que vende un departamento igual en Velamar, por 10.5 millones de pesos.
¡Vaya plusvalía!
Le diré porqué el 2019 es una fecha importante en la carrera de la Senadora: no solo compró su casa en las costas del Golfo, se dice que el señor de las “pipas patonas” llegó a su vida justamente en ese año cuando se desempeñaba como Diputada Federal del 2018 a marzo del 2021 cuando se separó del cargo para hacer su campaña electoral por la alcaldía de Tampico, que cerró con Julión Álvarez el 30 de Mayo de ese año, a decir del cantante Olga Patricia Sosa Ruiz era novia de Carmona, quien pagó sus servicios y a quien -según su dicho- él conoció en ese momento.
¡Claro que Carmona Angulo financió toda su campaña! ¿Será que también la sacó de las Cantarranas para llevarla a vivir al palacete en la orilla del mar?
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