El Chapo Isidro, sin respeto al Chapo Guzmán… va por el Cártel de Sinaloa

Por. J. Jesús Lemus
Sinaloa se envuelve en un baño de sangre. Para aquellos que piensan que esa ola de violencia -que aniquila lentamente a los sinaloenses-, comenzó con la entrega de “El Mayo” Zambada a la justicia norteamericana en julio del 2024, hay que refrescarles la memoria y establecer que dicha violencia comenzó desde julio el 2016.
No son ocho meses de guerra los que se cuantifican ya en Sinaloa. En el próximo mes de julio se van a cumplir 9 años de violencia intestina, surgida a partir de las desavenencias de los que una vez formaron la dirigencia colectiva del Cártel de Sinaloa.
Esa, la del Cártel de Sinaloa, que se considera la organización de tráfico de drogas más importante en la historia del crimen en México, es la que al día de hoy genera mayor cantidad de violencia a nivel nacional, justo por las disputas del control delincuencial que una vez mantuvieron en conjunto Rafael Caro Quintero, Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García.
Los tres capos líderes y fundadores del Cártel de Sinaloa hoy se encuentran presos. Los tres están en cárceles norteamericanas. La justicia de Estados Unidos fue la que los alcanzó, porque la corrupta justicia mexicana, solo se benefició de ellos.
Por la ambición de diversas facciones criminales nacidas desde adentro del cártel que hoy buscan el control del Cártel de Sinaloa, como un animal que se desea a sí mismo y por eso a sí mismo se traga desde sus entrañas, así se extingue el Cártel de Sinaloa. Su extinción es solo cuestión de tiempo.
Hay que recordar que la violencia brotó en Sinaloa desde el 2016, justo cuando Joaquín Guzmán Loera fue entregado en extradición por el gobierno mexicano a la justicia norteamericana. Desde ese momento, la primera facción interna del Cártel de Sinaloa que buscó apoderarse del control que mantenía Joaquín Guzmán Loera, fue la de Isidro Meza Flores, apodado también “El Chapo Isidro” o “El Chapo Meza”.
El Chapo contra El Chapo
Hay que recordar que fue en el 2016 cuando inicio la disputa por el control del cartel de Sinaloa, Comenzó, tras la recaptura y encarcelamiento del Chapo Guzmán, cuando en apariencia ese cartel quedó sin mando.
El preámbulo del baño de sangre que se dio en esa región del país, se “oficializó” con el mensaje enviado cuando un grupo de sicarios irrumpió en la casa de María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín Guzmán.
El asalto a la casa de la Mamá de El “Chapo” Guzmán fue el 11 de junio del 2016, al filo de las once de la mañana. Un comando de aproximadamente 150 hombres armados irrumpió en el poblado de La Tuna, municipio de Badiraguato, donde vivía la familia completa de Joaquín Guzmán Loera.
Fueron unos seis hombres, todos identificados como del grupo de Isidro Meza Flores, los que ingresaron al domicilio de la madre del Chapo Guzmán. El pretexto fue el robo de un automóvil y dos motocicletas.
Para algunos especialistas, estudiosos del Cártel de Sinaloa, el robo quedó en segundo plano. Esa fue la declaratoria de guerra contra el más importante jefe de las drogas recluido entonces en la cárcel federal de Almoloya.
La orden de invasión del poblado de La Tuna, de acuerdo a fuentes de la entonces Procuraduría General de la Republica (PGR), habría sido ordenada por Fausto Isidro Meza Flores, también apodado el Chapo, quien fue secundado por el cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
“Esa fue una declaratoria de guerra del Chapo Isidro Meza para el Chapo Guzmán”, explicó el periodista José Reveles, especialista en temas de seguridad nacional y autor, de entre otros libros sobre narcotráfico, del bestseller “El Chapo, Entrega y Traición” (Grijalbo 2014), quien planteó la la primera hipótesis del intento de arrebato del imperio del Chapo por carteles ajenos.
Esta sería la primera vez –dijo el periodista- que un grupo ajeno al propio Cartel de Sinaloa intenta hacerse del control del trasiego de drogas en esa zona del país, “aprovechando el encarcelamiento del jefe principal de esa organización”. El cartel que estaría buscando quedarse con el control del imperio del Chapo, sería el cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
“Esa es una señal ominosa y pesada” de falta de respeto al jefe del cartel de Sinaloa, dijo José Reveles. “Fue algo premeditado, que no pudo ser producto del error o el desconocimiento; fue una señala enviada al Chapo Guzmán en prisión”, para advertirle que ya él no tenía el control del Cártel de Sinaloa, el que una vez fue el centro del imperio de las drogas.
Desde la toma del poblado de la Tuna, en Badiraguato, Sinaloa, se ha podido documentar una escalada de violencia en al menos 15 comunidades sinaloenses ubicadas en las inmediaciones del “Triángulo Dorado”, donde –de acuerdo al recuento de los medios locales de comunicación-, en solo 8 años de guerra en Sinaloa, ya suman al menos 16 mil 290 ejecuciones, 560 secuestros y por lo menos 2 mil 110 desapariciones.
Para el periodista José Reveles, que desde hace más de diez años documenta la vida al interior del cartel del Chapo Guzmán, incluyendo las relaciones familiares del Capo, que impactan hacia la operación del cartel de Sinaloa, la lucha por el control del territorio del Chapo Guzmán, encabezada por el Chapo Isidro Meza Flores, no es de ahora.
Pleitos de familia
“Es una disputa que ya tenía tiempo –explicó Reveles a Cenzontler400-, pero se aprovechó la coyuntura de la captura de Guzmán Loera y algunas divisiones al seno de la familia, para afianzar la presencia en la zona del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, enemigos añejos del Cártel de Sinaloa”.
En la hipótesis del periodista investigador, que no dista en nada con la vertida por agentes del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) desplegados en la zona, el origen por la disputa del “Reino del Chapo Guzmán” se ubica en el seno de su propia familia.
A decir de José Reveles, tras la captura del Chapo, el que ha intentado quedarse con el control del cartel de Sinaloa, aun en oposición a Ismael El Mayo Zambada, es Aureliano Guzmán Loera, quien no es aceptado en el núcleo de la familia como nuevo jefe del cártel, porque a Aureliano se le atribuye la muerte de otro hermano del Chapo: Arturo Guzmán Loera, “El Pollo”.
Se presume que por intereses económicos, Arturo Guzmán Loera fue mandado a ejecutar en el año 2005, cuando estaba dentro de la prisión de Almoloya. El hermano del Chapo fue asesinado de siete balazos, el juzgado donde atendía una diligencia judicial, por parte de José Ramírez Villanueva, un sicario de los Beltrán Leyva, quien habría recibido la instrucción de Aureliano Guzmán.
Esa fue la razón hipotética por la que el Chapo Guzmán decidió no dejar el control del cartel de Sinaloa a su hermano Aureliano. Entonces el Chapo Guzmán –de acuerdo a la teoría de José Reveles-, optó por encomendar el control del cartel a su hijo Archivaldo “El Chapito” Guzmán Salazar, quien tendría el apoyo de Ismael “El Mayo Zambada”.
Ante este panorama, Aureliano Guzmán Loera se habría aliado con El Chapo Fausto Isidro Meza Flores, uno de los operadores en Sinaloa del cartel de los Hermanos Beltrán Leyva, a fin de otorgar parte del control del territorio del Cártel de Sinaloa, a cambio del respaldo para hacerse del control de las células del cartel del Chapo Guzmán.
Sospechas de peso
Al desafiante Chapo Isidro Meza Flores, el que es calificado desde el Cisen como “un joven inteligente y violento”, hoy la FGR le atribuye la autoría de la ola de violencia que se ha desatado en por lo menos 15 comunidades rurales que formaban parte de la zona de confort del cartel de Joaquín Guzmán Loera, en la zona del “Triángulo Dorado”. A él se le atribuye la detención del Chapo Guzmán, ocurrida el 8 de enero del 2016.
El Chapo Isidro Meza pudo estar detrás de la detención del Chapo Guzmán –explica José Reveles-, pues fue detenido en una zona que no era del completo control de Guzmán Loera. De manera inocente el Chapo Guzmán intentó esconderse en una zona residencial de la ciudad de Los Mochis, en donde el control del área estaba bajo el control de los Hermanos Beltrán Leyva.
“Existen, incluso, muchas versiones que apuntan a la participación del Chapo Isidro Meza, con grupos de sicarios bajo su mando, para lograr la captura del Chapo Guzmán, para ser entregado posteriormente a los elementos de la marina que se alzaron con el triunfo oficial”, explicó el periodista.
Y es que a decir de un agente del Cisen, desde que el Chapo Guzmán se fugó de la cárcel de Almoloya, y hasta su captura, no solo comenzó a ser buscado por elementos de las fuerzas federales, sino que también se activaron algunas células de grupos de carteles contrarios para dar con su paradero, fin de entregarlo al gobierno federal, en busca de su anulación como el principal jefe del narcotráfico en el país.
El nuevo barón de las drogas
El Chapo Isidro Meza Flores, hoy aliado con Los Mayos para aniquilar lo que queda del imperio de El Chapo Guzmán, se le atribuye la ola de violencia desatada en el norte de Sinaloa. El Chapo Isidro no es nuevo en el narcotráfico, aunque si se le considera como nuevo dentro de “Los Barones de las Drogas”, como lo clasifica el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en donde se le designa como el más importante de los lavadores de dinero del cartel de los Beltrán Leyva.
De acuerdo a la ficha técnica que se maneja en el Centro de Investigación del Crimen Organizado de la DEA, al Chapo Isidro Meza se le clasifica como “una figura relativamente nueva, anteriormente de bajo perfil, de quien se cree que ha operado en el hampa de México desde los años noventa”. Nació en la sindicatura de Bamoa, en el municipio de Guasave, en el año de 1982.
Sus inicios dentro de narcotráfico fueron dentro del cartel de Sinaloa, a las órdenes del propio Chapo Guzmán. Se alió al cartel de los hermanos Beltrán Leyva tras la captura de Alfredo Beltrán Leyva, porque las sospechas de la detención del menor de los hermanos del cartel, recayeron en él. Fue una forma de demostrar la lealtad al grupo que ya era enemigo del cartel de Sinaloa.
Desde el 2011, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le ha dado seguimiento a su actividad criminal, luego de ubicar conexiones entre él y 32 agentes corruptos de la policía en Ahome, Sinaloa, además de ser vinculado con el asesinato de 16 personas cuyos cadáveres quemados fueron encontrados en camiones cerca de Culiacán.
A la fecha, el gobierno norteamericano le atribuye el control de gran parte de la zona del “Triángulo Dorado”, donde se cosecha el 80 por ciento de la mariguana y se produce el 90 por ciento de fentanilo que llega al mercado de Estados Unidos, a través de dos organizaciones criminales que lidera: Los Mazatlecos y La Oficina, donde ha reclutado a ex miembros de los carteles de Los Zetas, La Familia Michoacana y el Cartel del Golfo, con los que sirve a los intereses del cartel de los Beltrán Leyva.
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