Justicia Gráfica // La encuesta

Erasmo González Robledo convoca y pide apoyo para Olga “la chaparrita” Sosa, operadora de Sergio Carmona Angulo
Por: Sofía Pacheco
En un intento desesperado por demostrarte a Luisa María Alcalde y a la propia presidenta Claudia Sheinbaum que están en un terrible error, al proclamar en estatutos del partido el “No Nepotismo”, que dejaría imposibilitada a Mónica Villarreal Anaya como aspirante a la próxima gubernatura de Tamaulipas, ayer salió en circulación una encuesta que la coloca punteando la preferencia ciudadana entre las alcaldesas mujeres mejores posicionadas con un 54.4% de aprobación, seguida por la alcaldesa del Mante, Patricia Chío, y después por la alcalde de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal.

Y permítame decirle quien encabeza la encuesta en general para que en este momento usted se ría sonoramente: el alcalde mañoso de Matamoros, Alberto Granados Favila, con 60.1% seguido de su socio huachicolero el alcalde de Altamira, Armado Martínez Manríquez, con un 58.9%.
Si usted no ha visto nunca las patadas que da un ahogado, le invito a ver esta encuesta maquillada y perfumada, para empezar tiene usted a Beto Granados señalado desde campaña como empático al Cártel del Golfo y en efecto, su camaradería quedó a toda prueba cuando defendió a la esposa y hermano de Edgar Alejandro Villarreal, alias el Fresa, -su presunto operador financiero- luego de ser detenido a principios de este año por tercera ocasión esta vez con 3 kilos de cocaína que intentaba introducir a Estados Unidos.
Beto Granados dijo contundente el 10 de febrero:
” Son familias que han trabajado por Matamoros, que han participado dentro de la política; él (Édgar Alejandro) viene siendo nieto de un expresidente municipal…. Finalmente hicimos la invitación porque así nos ha regido el movimiento, el movimiento es abierto para todos. La esposa y el hermano no son responsable de los actos de terceras personas”,
Verá, usted alcalde, es importante señalar sus contradicciones porque primero dice que la gente “no es responsable” de lo que hagan sus familiares pero al mismo tiempo usted indica que por el simple hecho de “ser nieto” de un ex alcalde, este sujeto vicioso, terrorista y narcotraficante tiene derecho a “participar dentro de la política”, léase financiar campañas electorales, como la suya, por ejemplo.
Su concepción de la construcción del Gobierno es muy pobre don Beto, eso de “ser nieto” o “de familias de ex políticos” no me joda, ni que las buenas prácticas en política pública se dieran ¡por ósmosis o genética!
Ahora bien, en el caso de la esposa del Narcotraficante Edgar Alejandro Villarreal, alias el Fresa, arrestado en reincidencia de trasiego de estupefacientes, e imputado en delitos como conspiración para distribuir cocaína y posesión de narcóticos, perdón pero ella sí es absolutamente cómplice y copartícipe de las actividades del marido SI ella gastaba el dinero ilícito, producto de secuestros, extorsiones y venta de drogas, entonces es al menos moralmente responsable porque ella puede elegir compartir su vida con un delincuente o no hacerlo.
Igualito que usted puede decidir si compartir la administración pública con una mujer socia del trasiego de estupefacientes, venta de drogas y prácticas terroristas en Matamoros, o buscar una colaboradora debidamente capacitada, profesional, con buena ética y moral correcta.

Voy a cambiar de tema porque créame el nivel de contubernio entre Granados Favila, Armando Martínez Manríquez, Mónica Villarreal Anaya y Erasmo González Robledo es de un tamaño y magnitud densa, temeraria, que pone en peligro la vida de cualquier periodista que se atreva a levantar un centímetro de más, esas faldas mal olientes de corrupción que vienen arrastrando.
Por un lado, Monica Villarreal Anaya no se dará por vencida en su idea de ser la próxima Gobernadora de Tamaulipas y tal vez no sea descabellado ni su empeño ni su idea, finalmente puede postularse por el Verde Ecologista o cualquier otro partido satélite de Morena, no importa que ella no sea apta para el cargo, o que los Tamaulipecos no nos merezcamos un gobierno regido por la incapacidad, ignorancia, compadrazgos y nepotismo, como el que Monica Villarreal Anaya práctica hoy en día en el pobre puerto de Tampico.
Por cierto esa ley “anti nepotismo” no es para nada confiable, o un candado de justamente no prácticas nepotistas, es tan simple como saber chapulinear a tiempo.
La cercanía de estos 4 alcaldes cuatroteros tiene nexos, alianzas y red de vínculos que van desde los jefes de prensa señalados como operadores del Cártel del Golfo como Obiel Rodríguez Almaráz de Matamoros, pasando por el nuevo titular de Monica Villarreal Anaya, traído adivine usted de dónde, ¡claro! Del merito Matamoros Miguel Garay sacado de las huestes del ex alcalde Mario López “la Borrega” hoy Diputado Federal con 500 millones de pesos en observación por la Auditoría Superior del Estado más 5 Mil Millones de pesos no comprobables, “perdidos” de la cuenta pública de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros cuando estuvo a cargo de la Borrega y su gente.
Pero los intercambios de colaboradores y socios no para ahí, también tenemos a los presuntos dueños del buque tanque incautado en Altamira con 10 mil litros de huachicol fiscal que por cierto, ahora reclaman que no eran 10, sino 20 mil litros de huachicol, lo cual pone en evidencia que nuestras autoridades se robaron la mitad del cargamento ilícito.
Nos referimos a Roberto Brown Cantú “el señor de los buques” y su hermano mayor, Rigoberto Blanco Cantú o Rigoberto Brown Cantú y su cuñado Marco Antonio Medina han sido señalados, por el FBI, de ser integrantes del grupo criminal que encabeza Carlos Fabián Martínez, alias “El Cuate”, yerno y operador de Osiel Cárdenas Guillén, claro, de Matamoros, Tamaulipas.
Seguramente la batuta en la parte operativa de esta sociedad entre alcaldes y huachicol la tenga Beto Granados, es joven, ágil, sin filtros y sin miedo a nada ni a los gringos.
Pero definitivamente quien organiza o trata de liderar la emancipación entre alcaldes es Erasmo González Robledo, el alcalde de Madero que anda de madre ardiente convocando a reuniones para “consolidar un solo proyecto”.
¡Oh, sí! Y de hecho Erasmo González aprovechó el marco del informe rectoral donde la convocatoria de Dámaso Anaya fue un éxito al reunir a toda la clase política del estado, para pedirles a varios alcaldes y alcaldesas su apoyo hacia Olga Sosa Ruiz.
Qué mal, don marcianito Erasmo González Robledo, que usted ande ahí de argüendero convocando a reuniones politiqueras adelantadas aprovechando el trabajo de otra gente que de buena fe lo invitó y le dio a usted un lugar que no merece.
Veremos cómo sale Erasmo González y los otros 3 alcaldes de puertos Tamaulipecos en 2 años o menos, con el tema del Huachicol que deja pérdidas de 554 mil mdp porque lo sacan de puertos mexicanos como “aceite de desecho” sin pagar impuestos, y según Estados Unidos de México llegan a Japón, la India y otros países.
Nos leemos la próxima vez.
