Justicia Gráfica // Sin rastro de la desaparición masiva en Reynosa

Por: Sofía Pacheco
CDN emite comunicado para la población de Nuevo Laredo
¿Dónde está Omar García Harfuch?
La noche del pasado domingo el “Grupo Fugitivo” fue llamado para “una tocada”, la cita era en un domicilio de la colonia Riveras de Rancho Grande, en Reynosa, ninguno de sus 5 integrantes sospechó que sería el principio de una tragedia que aún no concluye.
Han transcurrido 4 días desde su desaparición, y se ha recibido un sinnúmero de información fatídica que ha resultado falsa, pese a todo, la ausencia de los 5 músicos integrantes del “Grupo Fugitivo” se está dejando sentir en las manifestaciones diarias de familiares, compañeros, amigos y familias reynosenses indignadas por la escalada de violencia e impunidad que el municipio fronterizo “administrado” por la familia Peña Ortiz desde hace más de una década ha permitido y propiciado desde la alcaldía de la ciudad; primero Maki Ortiz de Peña (actual Senadora) y ahora por segundo trienio su hijo Carlos Peña Ortiz.
El imperio del terror del crimen organizado ha encontrado en los Peña Ortiz un refugio donde crecer, porque ellos, madre e hijo, siempre han sido laxos y nulos en sus políticas públicas de prevención del delito de tal modo que los narcoterroristas extorsionan, asesinan, trafican humanos y drogas a sus anchas, bajo la total complacencia de los Peña Ortiz, quienes solo atinan a balbucear que “no es su competencia” ninguno de los crímenes citados, mientras no mueven un músculo para promover acciones de prevención del delito, lo cual es su competencia y obligación, ¡Algún beneficio les dejará la deliberada omisión, de eso no hay duda!
¿Cuánto vacío gubernamental debe tener un pueblo de la primera autoridad para que puedan desaparecer un grupo de personas, sus instrumentos musicales, una camioneta y un remolque sin dejar rastro?
Makito sabe bien quiénes son los líderes criminales que operan en el sector de la desaparición masiva, Rancho Grande, Las Calabazas, ejido Los Longoria y otros puntos de tráfico humano o pateros controlado por células narcoterroristas, el multicitado alcalde sabe toda la descomposición social y los crímenes que ahí se cometen, lo sabe porque lo permite, lo sabe porque no pide apoyo a la federación para controlar la gravísima incidencia criminal.
Anoche cerca de las 10 PM nuevamente familiares, amigos y el pueblo se reunieron esta vez en la iglesia catedral de la ciudad para pedirle a Dios el milagro de la integridad y regreso de las víctimas del crimen organizado pero también víctimas de la permisiva complacencia de Carlos Peña Ortiz, para que las actividades del narcoterrorismo se sigan realizando sin que los señores criminales sean molestados.
Los cuatro músicos y el manager desaparecidos son:
- Francisco Xavier Vázquez Osorio, 20 años
- Nemesio Antonio Durán Rodríguez, 40 años
- Ivan Edyberto Solís de la Rosa, 27 años
- Victor Manuel Garza Cervantes, 21 años
- José Francisco Morales Martínez, 23 años
Donald Trump y Marco Rubio sí que han sido burlados, timados, engañados por el gobierno de Sheinbaum, pues mientras colocan una patrulla militar para revisar a la ciudadanía de bien en el puente internacional, las bandas criminales más sádicas siguen operando con total impunidad en todo el estado fronterizo, mientras que en Reynosa secuestran, el Cártel del Noreste en Nuevo Laredo dice proteger a la población y emitió un comunicado tanto en video de viva voz como impreso, advirtiendo a la ciudadanía ante el repunte que tiene la extorsión telefónica.
El acto sin duda deja ver a Omar García Harfuch como un pelele, como un jefe policíaco burlado e ingenuo, totalmente ajeno a Tamaulipas, frontera mexicana.
Es claro que el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo sigue con su temática de disimulo sin que el hecho de nuestra vecindad con los gringos le represente un factor influyente o decisivo para cumplir la “limpieza” en materia de seguridad que prometió al gobierno de Donald Trump.
Los narcoterroristas siguen operando fuertemente armados, abastecidos con equipos tácticos, armamentos y más que suficiente captación humana que los traduce en un grupos delictivos fuertes, debidamente organizados y correctamente estructurados.
Cualquier cártel de nuestra entidad puede si quiere cometer estos actos abominables de desaparición masiva mientras las autoridades se siguen culpando unas a otras y nada más, la población de bien sigue expuesta a la voluntad de los narcoterroristas y los 250 Días de guerra en Sinaloa son un claro ejemplo de que los abrazos al crimen organizado se siguen repartiendo a través del gobierno federal.
Nos leemos la próxima vez
