Presidente de Colombia evidencia el fortalecimiento del narco mexicano
La militancia de Claudia Sheinbaum dentro de las filas guerrilleras del M-19 se conoció en México gracias a la indiscreción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, el que evidentemente requiere un gobernador lingüístico. Él refirió el pasado guerrillero de Claudia, solo para dar paso a la vana soberbia de que hoy el M-19 cuenta con dos presidentes latinoamericanos.

Por. J. Jesús Lemus
Otra vez la indiscreción de Gustavo Petro, el presidente de Colombia, ha puesto en apuros a la comandanta – presidenta con A Claudia Sheinbaum. Gustavo Petro ha revelado una verdad sospechada desde hace tiempo en México: que los cárteles mexicanos de las drogas están nutriendo sus filas con paramilitares colombianos.
Muchos de esos paramilitares colombianos, -aludidos por el presidente Petro- que hoy están incrustados dentro de las filas de algunos de los principales cárteles mexicanos de las drogas, en algún momento fueron parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o de los Cárteles de Medellín o Cali.
También, diversas células delictivas, escindidas de los cárteles mexicanos de las drogas, hoy cuentan en sus filas a paramilitares colombianos que en algún momento fueron adiestrados por agrupaciones guerrilleras como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) o el Ejército Popular de Liberación (EPL).
Todas esas organizaciones guerrilleras, asociadas a grupos dedicados al narcotráfico en Colombia, son parte de la red de aliados que fortalecieron al Movimiento 19 de Abril (M-19), organización a la que en sus años de juventud pertenecieron Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum.
Sí. En México era un secreto. No se sabía que la presidenta con A, en sus años mozos, fue parte de la base del movimiento M-19. Allí se forjó no solo en el estudio del Marxismo-Leninismo, también en la lucha urbana y el combate guerrillero, cuando el derrocamiento de la burguesía y el establecimiento de la dictadura del proletariado era solo una bella utopía.
La militancia de Claudia Sheinbaum dentro de las filas guerrilleras del M-19 se conoció en México gracias a la indiscreción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, el que evidentemente requiere un gobernador lingüístico. Él refirió el pasado guerrillero de Claudia, solo para dar paso a la vana soberbia de que hoy el M-19 cuenta con dos presidentes latinoamericanos.
A causa del libertinaje lingüístico o la distracción neuronal de Gustavo Petro, otra de sus indiscreciones mantiene a Sheinbaum en apuros. El colombiano ha tocado una verdad que se mantenía como secreto de estado. Refirió lo que Claudia Sheinbaum hubiese preferido que se quedara en los anales del Centro Nacional de Inteligencia (CNI):
Que los cárteles mexicanos de las drogas están engrosando sus filas con el reclutamiento, casi siempre voluntario, de miles centro y sudamericanos. Eso ya se había advertido desde la prensa, pero el discurso oficial lo ignoró por conveniencia.
Ahora viniendo la aseveración del presidente colombiano, el hecho no se puede negar. Claudia Sheinbaum ha pasado saliva cuando tuvo que responder a los cuestionamientos de la fauna informativa de la mañanera. Dijo -esquiva, como siempre es- que el próximo martes Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad, informará al respecto.
Tácitamente lo reconoció. La presidenta con A dijo que sí. Que sí ha habido detenciones de centro y sudamericanos que eran parte de células delictivas, asociadas a diversos cárteles de las drogas, que fueron desarticuladas como parte del plan nacional de seguridad.
En ese sentido la presidenta con A toca la realidad. Sí, por lo menos cinco cárteles mexicanos de las drogas hoy se encuentran fortalecidos con la incrustación de paramilitares, un término muy romántico para denominar a narcotraficantes de otros países, principalmente de Centro y Sudamérica, que ahora son parte del problema nacional del narcotráfico.
Los cárteles que hoy registran en sus filas a criminales extranjeros, principal de Centroamérica y de los países de América del sur, son Jalisco Nueva Generación (CJNG), Noreste (CDN), Cárteles Unidos de Michoacán (CUM), de Juárez (CDJ) y de La Familia Michoacana (FM).
Estas organizaciones delictivas ni siquiera han tenido que reclutar a la fuerza a los criminales extranjeros que hoy engrosan sus filas. Versiones recabadas desde adentro de algunos cárteles, señalan que en la mayoría de casos que se conocen, los criminales llegaron con la intención de incorporarse a la célula criminal.
Muchos hicieron el contacto, para su incorporación al crimen organizado mexicano, mucho antes de salir de sus localidades de origen. Lo más difícil fue cruzar la frontera México – Guatemala. Lo demás se dio casi en forma natural. La mayoría de los reclutados fueron deseados por el crimen organizado por su conocimiento en el mundo del hampa o por su formación paramilitar.
La evidencia más evidente de que muchos de los Cárteles de las Drogas en México han estado reclutando extranjeros, es el número de personas extranjeras que han sido detenidas en operativos de seguridad, cuando se han desarticulado células del crimen organizado escindidas o socias de algunos carteles.
De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), solo en lo que va del gobierno de Claudia Sheinbaum, se ha detenido a 110 personas extranjeras que estaban vinculadas a operaciones delictivas con enfoque de delincuencia organizada.
De las 110 personas extranjeras que han sido detenidas y procesadas por delitos de delincuencia organizada, 38 dijeron ser de Colombia, 19 de Guatemala, 32 de El Salvador y 21 de Venezuela. De las personas que dijeron ser de Colombia, por lo menos 20 de ellas están relacionadas con organizaciones delictivas de aquel país, como las FARC, ELN, EPL o algún cártel.
Por lo que hace a las personas detenidas que dijeron ser de El Salvador, al menos 18 de ellas están relacionadas con el grupo criminal Mara Salvatrucha. De los detenidos que se han reconocido como originarios de Venezuela, por lo menos 15 de ellos dijeron haber sido parte del Cártel del Tren de Aragua.