AMLO cedió el agua del sureste a cerveceras; comunidades mayas rechazan planta Heineken

La inversión de 2 mil 740 millones de dólares para la construcción de una nueva planta en el municipio de Kanasín, Yucatán, de la empresa cervecera neerlandesa Heineken, para la presidenta Claudia Sheinbaum representa generación de miles de empleos en el estado:
300 empleos directos, 2 mil 500 indirectos y 2 mil 300 temporales.
Para las comunidades mayas significa saqueo del agua, devastación del territorio y crisis hídrica y ambiental que de por sí ya se padece Yucatán. La producción inicial sería de 4 millones de hectolitros de cerveza.
La instalación de Heineken es un megaproyecto del tipo “neoliberal” que pretende destruir el territorio maya y contaminar el agua, suelo y aire, denunciaron comunidades y defensores mayas, quienes desconocen la consulta indígena que presuntamente realizó la empresa a finales de 2024 para su aprobación.
“Desde la Asamblea Maya Múuch Xíimbal seguiremos denunciando que el principal problema de la Península es la gran cantidad de megaproyectos autorizados sin tomar en cuenta los efectos ambientales acumulativos, se está sobrecargando la explotación de los recursos naturales de la región y se está extrayendo más agua para las empresas que para el uso cotidiano de las personas.“Lo hicimos cuando otros partidos políticos estaban en el poder, lo seguiremos haciendo con el que está destruyendo actualmente”, manifestaron las comunidades que integran la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal en un comunicado.
Millones de litros de agua para cervezas de exportación
El pasado 11 de junio, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que Heineken instalaría su octava planta cervecera en el país en la Península de Yucatán, sin embargo, la trasnacional desde el sexenio pasado ya lo cabildeaba con el exgobernador panista Mauricio Vila Dosal y con el gobernador morenista electo en 2024, Joaquín Díaz Mena, se concretó.
Lo anterior luego de que el proyecto de expansión de Heineken en Mexicali, Baja California, en 2020 se canceló después de una consulta popular que tuvo resultados negativos en la región.
Contando con la anuencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Heineken decidió invertir en una nueva planta en Yucatán, que se suma a la de Monterrey, Tecate, Navojoa, Guadalajara, Toluca, Orizaba y Meoqui, Chihuahua.
En noviembre de 2020 ante la sequía en el norte del país, AMLO afirmó que las cerveceras deberían instalarse en zonas cercanas al Río Grijalva y Usumacinta.
“Miren cuánta agua. Allá sí se dan los permisos, porque ven cómo nos afectan las inundaciones, pero en el centro y el norte del país no hay agua y lo que se tiene que garantizar es que no falte el agua para el uso humano, para las personas, eso es lo primero y en segundo lugar la agricultura”, señaló al aceptar que la producción cervecera era para la exportación.
En agosto de 2022, López Obrador reiteró que no se otorgarían más concesiones de agua para la industria en el norte del país, por lo que las cerveceras deberían trasladarse trasladarse al sureste.
Recordó el caso de Mexicali con la empresa Constellation Brands, la cual “decidió mudarse” al estado de Veracruz luego de la disputa con los pobladores por el agua.
“Tenemos que hacer algo parecido y buscar no dejar sin permiso a las cerveceras, México ya es el país que más produce cerveza en el mundo y sí son empleos, es inversión, divisas porque se está exportando cerveza, es de lo que más se exporta, ha crecido”, comentó el mandatario.
Sin consultas de por medio
De acuerdo con medios locales, Oriol Bonaclocha, CEO de Heineken México, aseguró que en coordinación con el Gobierno de Yucatán se realizó una consulta indígena a la población maya de la zona, con el objetivo de que la fábrica tenga una perspectiva “sustentable y amable con el ecosistema”.
Entre el 10 de julio y el 26 de agosto de 2024 se habría llevado a cabo una consulta indígena a las comunidades kanasinenses de Hacienda Teya y San Antonio Tehuitz. Participaron autoridades tradicionales, el gobierno municipal, la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) y, como órgano garante del proceso, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).
No se dieron a conocer a fondo los detalles de este ejercicio. Solo se informó que las comunidades conocieron el proyecto, ubicación, tiempo de construcción e impactos, su prevención y mitigación, por lo que ambas poblaciones mayas habrían manifestado su postura aprobatoria “otorgando su consentimiento de manera libre, previa e informada para la operación y construcción de la planta”, según Heineken México.
Temen que Kanasín se convierta en un basurero industrial
El Grupo Promotor Contraloría Social Autónoma del Agua en Yucatán rechazó la instalación de Heineken por ir en contra del derecho humano al agua y favorece únicamente intereses mercantiles.
La empresa anunció la producción inicial de 4 millones de hectolitros de cerveza al año, lo que supondría un intenso saqueo del agua y la devastación del territorio, amenazando con agravar la crisis hídrica y ambiental que ya se padece en Yucatán, argumentaron los defensores.

Actualmente, expusieron, Kanasín es de los municipios yucatecos más afectados por la contaminación que generan las industrias porcícola y avícola en la región. Y al sumarle una cervecera, se convertiría en un “basurero industrial”, como ocurrió con Hunucmá en 2017 cuando se instaló la Cervecería Yucateca S.A. de C.V., provocando efectos adversos al medioambiente e incluso un aumento en el alcoholismo entre jóvenes.
“Yucatán y su acuífero ya están en crisis por la sobreexplotación de proyectos cerveceros y refresqueros, de parques industriales, megagranjas de cerdos y pollos, agroindustrias, turismo masivo y crecimiento urbano sin control.
“La entrada de Heineken representaria la extracción de miles de millones de litros de agua al año, profundizando la escasez para las familias. No es solo “uso”, es acaparamiento: Mientras la gente sufre cortes y el tandeo de agua, la empresa priorizará sus ganancias”, aseveró la Contraloría Social.
Ante ello, exigieron a las autoridades una manifestación de impacto ambiental rigurosa sobre los impactos específicos que tendría una nueva planta cervecera en un territorio muy vulnerable a la sobreextracción, tomando en cuenta su ubicación en la Zona Metropolitana de Mérida, así como la cercanía con las reservas de Cuxtal y el Anillo de Cenotes.
Usuarios de redes sociales han expresado su rechazo a la instalación de Heineken, pidiendo que se salvaguarde la Reserva Ecológica de Cuxtal, la cual se vería severamente afectada al ser el principal recurso hídrico de la región de Mérida y el área metropolitana, incluyendo a Kanasín.
Crearo una petición en la plataforma Change.org, titulada “El agua vale más que la cerveza ¡Alza la voz por la Reserva Cuxtal!” que hasta el cierre de esta edición ya cuenta con 10 mil 876 firmas verificadas en el sitio web: https://chng.it/WMwNn5JCnd.
“No estamos en contra del desarrollo ni del empleo, pero sí estamos en contra del saqueo de nuestros recursos naturales por parte de empresas privadas que no respetan ni a la naturaleza ni a la comunidad”, se lee en la petición de Change.org
Subrayan en la plataforma Change.org: “¿Sabías que para producir 1 litro de cerveza se necesitan hasta 7 litros de agua? La nueva planta podría consumir más de 30 millones de metros cúbicos de agua al año”.