Protesta antigentrificación contra los “gringos” expone imposible acceso a la vivienda, despojo y desplazamiento de la CDMX
Mientras este 4 de julio Estados Unidos festejaba 249 años de independencia del yugo de la corona británica, en la Primera Protesta Antigentrificación CDMX en el Parque México miles de jóvenes se manifestaron contra del colonialismo actual a través del despojo de vivienda por la presencia de ciudadanos estadounidenses de alto poder adquisitivo en las colonias Condesa, Roma, Doctores, Obrera y Centro Histórico. Zonas de mayor plusvalía debido a la especulación inmobiliaria y aplicaciones de hospedaje como Airbnb en la Alcaldía Cuauhtémoc.

Con consignas, pancartas y pintas de “¡Gringos ALV!” “¡Fuera gringos!”, “¡Aquí se habla español!”, “¡No a la voracidad inmobiliaria!”, “¡La gentrificación no es progreso, es despojo!” denunciaron el encarecimientos de los servicios, alimentos y el precio de las vivienda para compra y arrendamiento en esta parte de la capital de país.
Ocasionando un agudo desplazamiento en los últimos cinco años de los capitalinos originarios que han nacido y vivido ahí toda su vida hacia la periferia, por ciudadanos en su mayoría extranjeros que pueden y quieren pagar altos costos para los mexicanos por vivienda, servicios y comida, lo que se conoce como el fenómeno de gentrificación.

La gentrificación se ha definido como “un fenómeno urbanístico a través del cual, territorios, barrios y lugares que han tenido usos más tradicionales y/o populares se modifican a partir de iniciativas de intervención (estatal o privada) que provocan que estos espacios adquieran más plusvalía y se vuelva más atractivos para grupos sociales de mayor nivel adquisitivo”, de acuerdo con Lorena Umaña Reyes, doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
La Ciudad de México padece varios procesos gentrificadores que afectan la forma de vida de sus habitantes: desde la construcción de megaproyectos urbanos que se venden como “miniciudades”, hasta la presencia de “nómadas digitales”, extranjeros que llegan a vivir a las colonias populares.
Una renta de un departamento para dos personas, por ejemplo, en la colonia Obrera hace tres años se cotizaba en 10 mil pesos y ahora está en 35 mil pesos, señalaron los manifestantes.
Boicot a Airbnb, que tuvo acuerdos con la 4T
Otro de los casos más relevantes son las aplicaciones de hospedaje como Airbnb, que terminan por expulsar a los antiguos residentes, por el turismo masivo para extranjeros.
Edificios completos de 12 departamentos habitados por generaciones de familias durante los últimos 60 años ahora pueden estar seis meses vacíos porque no hay clientes de Airbnb dispuestos a pasar una semana de vacaciones en la Ciudad de México, acusaron vecinos de la Condesa, durante la protesta. En ese sentido, los manifestantes pidieron el boicot ciudadano contra Airbnb en redes sociales.

Acceso a vivienda digna para los trabajadores
Jóvenes organizados en la Unión Revolucionaria de México exhortaron a los capitalinos a “dejar de ser espectadores y organizarse” porque millones de habitantes de la CDMX “habitan en espacios reducidos o rentando con pagos elevados”.
“Otros viajan horas de su hogar a su empleo porque viven en la periferia”, señalaron a micrófono abierto en el Foro Lindbergh este viernes en el Parque México.

Denunciaron que los gobiernos de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México -Claudia Sheinbaum y Clara Brugada- firmaron acuerdos con Airbnb para favorecer la llegada de extranjeros de “USA y Europa principalmente, quienes desplazan a la población local”.
“La 4T prometió resolver el problema de vivienda, pero muy pocos se han beneficiado. Esto no es casualidad, pues los programas no están en funcionamiento o los beneficiarios son muy pocos pese a que se anunciaron con bombo y platillo”, aseguraron con relación al programa de vivienda de la jefa de Gobierno Clara Brugada.

Dicho proyecto se enfoca en construir el programa habitacional popular más grande en la historia de la CDMX, con un presupuesto duplicado para el sector: Dos mil acciones de vivienda, incluyendo construcción, mejoramiento, reconstrucción y compra de suelo. Además, se implementarán iniciativas como la regulación de alquileres tipo Airbnb y topar el incremento de rentas.
- Se construirán 3 mil nuevas viviendas en 100 predios, principalmente en el Centro Histórico, dirigidas a jóvenes, adultos mayores, madres solteras, entre otros.
- Se entregarán créditos y escrituras para la rehabilitación de hogares en diversas zonas de la capital. Se impulsarán acciones para regularizar la situación de viviendas existente.
Sin embargo, ese proyecto de vivienda, sostiene la Unión Revolucionaria de México, es para beneficiar las inmobiliarias en contubernio con los gobiernos locales, pues hay alta demanda de vivienda pero “a precios imposibles para el trabajador promedio”.
“Si la clase trabajadora somos quienes movemos la CDMX, ¿por qué tenemos que vivir de esta manera tan indigna? Exigimos que se tomen las medidas para tener donde vivir. Que la vivienda deje de ser un negocio, que se regule la renta en beneficio de los inquilinos, que se otorgue la posibilidad de adquirir el inmueble, facilidades de pago y subsidio para la compra de propiedad. En una época donde la crisis de vivienda recrudece cada vez más, la juventud se las ha visto más difíciles para tener un hogar. Inquilinos del Sistema”, aseguraron los manifestantes.
Rituales para ahuyentar el demonio del gringo blanco
Performances y rituales reflejaron la desesperanza de no acceder al derecho a la vivienda por parte de los jóvenes. Una muchacha prendió chiles secos en un fogón para ahuyentar la presencia del demonio del “gringo blanco” que permea hasta las capas más profundas de la cultura de los barrios de la Ciudad de México.

Si usted camina desde la avenida Insurgentes hasta el Parque México no verá vendedores ambulantes, ni pregoneros, ni música de cumbia, salsa, reguetón o regional mexicano que abunda en comercios en las colonias Obrera, Centro Histórico, Doctores. Tampoco verá pregoneros ofreciendo servicios o mercancías. No hay puestos ambulantes, menos una panadería tradicional, alguna tortería o puesto de tacos. Hay cafeterías, restaurantes de comida gourmet, galerías de arte, boutiques.
Allí se encontrará decenas de personas de rasgos extranjeros -asiáticos, europeos- paseando a hermosos perros con pedegree. Si requiere preguntar por alguna calle, no habrá quien le conteste en español. Si acaso algún mesero o albañil de desarrollos inmobiliarios, mientras sacan una manguera a la coladera de la banqueta para que se vacíen miles de litros de agua de la que fue la casa de habitantes originarios de la Hipódromo Condesa.
Es lo que pudimos observar al llegar a la Primera Protesta Antigentrificación CDMX, donde la señora Carmen Ortiz Trigueros en entrevista para Cenzontle400.Mx, portando una manta denunciando el desalojo de vivienda en la Alcaldía Cuauhtémoc, reveló que el cierre de una tortería de tradición de la colonia Roma después de 54 años la dejó sin trabajo y sin casa.
“Peleamos contra esa gente que nos quería sacar durante 10 años y en ese lapso quedamos más pobres. Sin negocio, sin vivienda, sin nada y a mis 67 años estamos batallando porque ya no conseguimos empleo”, aseguró Carmen Ortiz
El edificio donde se encontraba la tortería ahora es un edificio de 21 departamentos de Airbnb y los comercios alrededor son cafés garages,”puros comercios de lujo ahí. La mayor parte de nuestra vida ahí quedó. Ahorita estamos viviendo en la colonia Obrera. Nos quitaron nuestra fuente de trabajo”, señala la señora Carmen.
Llama la atención que el predio del que fue desalojada Carmen estaba intestado como cientos de predios en la Alcaldía Cuauhtémoc; cuyos dueños fueron españoles allá por el siglo XIX. De acuerdo con testimonios recogidos por quienes escriben.
“No había dueño, no había a quién pagarle; de ahí se agarraron para hacer el predio suyo. Nuestro caso nunca procedió con los abogados en 10 años. Se decía que era una inmobiliaria la que se quedó con el predio”, sostiene la habitante de la Alcaldía Cuauhtémoc.