Saqueo al IMSS, sin freno: Zoé Robledo ¿Cómplice o negligente?
En materia de corrupción, al día de hoy el principal problema que afecta al IMSS es la red interna de funcionarios que aun permiten se sigan pagando facturas a empresas fantasmas. Poco se ha avanzado en ese problema que fue expuesto desde el 2014, durante la administración del presidente Enrique Peña.

Por. J. Jesús Lemus
Es innegable que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta una crisis, que no por callarla no habrá de afectar a corto plazo. Los desvíos de dinero con los que esta institución comenzó a trabajar en el inicio de la Cuarta Transformación, como herencia del gobierno de Enrique Peña Nieto, no se han podido controlar. La corrupción sigue.
Zoé Robledo Aburto, titular del IMSS desde mayo del 2019, no ha podido detener la corrupción que bulle dentro del Seguro Social. Es una corrupción que lo mismo afecta a las finanzas asignadas a la institución que a la calidad de los servicios médicos que se ofrecen a los trabajadores derechohabientes y sus familias.
En materia de corrupción, al día de hoy el principal problema que afecta al IMSS es la red interna de funcionarios que aun permiten se sigan pagando facturas a empresas fantasmas. Poco se ha avanzado en ese problema que fue expuesto desde el 2014, durante la administración del presidente Enrique Peña.
Aunque en menor proporción, pero en la actual gestión del IMSS todavía se pagan al menos el 25 por ciento de las facturas de empresas fantasmas que se venía aplicando desde el inicio de la Cuarta Transformación. En el 2018, el IMSS fue recibido con un monto de pago de facturas fantasmas por el orden de los 320 millones 909 mil 389 pesos, pagos amparado en 3 mil 163 facturas falsas.
Al día de hoy la corrupción dentro del IMSS no se ha erradicado. Se estima que aún existen desvíos de recursos por el orden de los más de 32 millones de pesos anuales, eso sin contar los desvíos de dinero que se hacen en forma directa en todas las unidades administrativas de esa dependencia.
Las auditorias hablan
De acuerdo a datos de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) es evidente que el saqueo al Seguro Social, el que se realizó en el gobierno de Enrique Peña Nieto, no se ha podido erradicar en lo que va de la Cuarta Transformación. Pareciera que el director Zoé Robledo Aburto lo está permitiendo.
Los datos de la ASF no mienten. Solo tomando como referencia el 2020, se establece que el IMSS fue objeto de por lo menos 16 auditorías, de las que ninguna resultó sin observaciones. En las 16 revisiones al destino de fondos económicos y al desempeño de los directivos, se observaron fallas diversas.
Por ejemplo, en la auditoria 287 DS, en donde se revisaron los destinos y aplicación de 946 millones 675 mil 800 pesos, se encontró que se hicieron pagos injustificados por el orden de los 154 millones 474 mil 700.
Esos pagos se hicieron a 179 personas que cobraron con el perfil de “Supervisor de Proyectos”, pero ninguno de ellos acredito, como lo establece la norma, dicho perfil, en donde destaca que no se acredito el nivel académico de maestra, requisito fundamental para ese cargo y ese cobro.
Otro ejemplo de la corrupción que se da dentro del IMSS es el resultado que se practicó a la Construcción del Hospital General de Zona Nuevo de 90 Camas en Atlacomulco, en el Estado de México, cuyas observaciones quedaron plasmadas en la auditoria 296 DS, en donde se reportan disparidades entre la inversión hecha en la obra y las facturas de pagos, resultando una disparidad de más de 3 millones 989 mil 900 pesos.
Desabasto y miedo en las instalaciones
Al mal funcionamiento económico del Seguro Social se debe sumar también el desabasto de medicamentos, el que se registra en todas las unidades médicas del país. Se cuentan por decenas las manifestaciones que en una sola semana se pueden observar en todas las unidades médicas de esa institución. En la semana que concluye se escuchó la voz de los derechohabientes de Michoacán, Ciudad de México, Sonora, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato, denunciando la falta de analgésicos.
En las protestas generalizadas en las entidades arriba mencionadas, también se sumaron las voces de hartazgo de los derechohabientes, los que denunciaron la falta de médicos especialistas, haciendo que la consulta de alta especialidad sea un servicio imposible de alcanzar en esa institución.
Tan grave es la falta de servicios médicos especializados y medicamentos en el IMSS que hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha tenido que emitir una recomendación, la 96/2021, misma que fue a causa de “la deficiente atención médica que recibió una persona en el Hospital General Regional 270 (HGR-270) de Reynosa, Tamaulipas, situación que provocó que (el derechohabiente) tuviera que acudir a un hospital particular, donde le amputaron la pierna izquierda, debido a que no se le brindó una atención médica adecuada y oportuna”.
Como si eso fuera poco, a lo anterior se suman las fallas detectadas en 184 elevadores de toda la red de hospitales y clínicas del IMSS a nivel nacional. Esas fallas ya se han manifestado en accidentes, de los que se pueden referir los ocurridos en los nosocomios oficiales de Monterrey, Guadalajara y Monclova, los que se suman al de la clínica de Playa del Carmen, en donde perdió la vida una menor.
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