López-Gatell y Zoé Robledo, los sepultureros del sistema público de salud

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Por. J. Jesús Lemus

En por lo menos 32 ocasiones, solo desde la Conferencia de Prensa Mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que -al término de su gobierno- México contaría con un sistema de salud tan robusto como cualquiera de los mejores del mundo.

La promesa del presidente, que siempre encorazonaba a millones de mexicanos, a casi un año de que terminó su gestión, solo resultó en una vulgar mentira. Esa promesa es de las muchas que no quedaron satisfechas. Pero, eso no es fue por falta de inversión, hasta ni tampoco por falta de tino en las políticas públicas de AMLO.

La razón por la que el presidente López Obrador no pudo cumplir su promesa, de legar un fortalecido sistema de salud, se debe a la deficiencia y falta de capacidad de algunos de los que fueron sus funcionarios predilectos, a los que se les ha encomendado la dirección de las principales instituciones del ramo.

Los funcionarios de primer nivel que -desde el sector salud- le fallaron a los mexicanos y al propio presidente, son: Hugo López-Gatell Ramírez, quien fue sub secretario de Prevención y Promoción de la Salud; y Zoé Robledo Aburto, antes y hoy director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Ambos son los responsables de que no se cumpliera el sueño de un tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo.

Un sector salud sin normas

Hugo López-Gatell contribuyó poderosamente a no permitir el fortalecimiento del sector salud, no solo por el pésimo manejo que hizo de la pandemia por Covid-19, sino por la promoción para eliminar 35 Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de suma importancia, de las 234 que existen dentro del sector salud.

Las Normas Oficiales Mexicanas entraron en vigor en México desde 1993, y son un protocolo estandarizado en los procedimientos de todos los productos y servicios que se ofrecen a la población desde el sector público o privado. La garantía de las NOM son también sinónimos de obligación a la calidad.

A pesar de ello Hugo López-Gatell propuso, ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), eliminar las primeras cinco de por lo menos 35 Normas Oficiales que desde su punto de vista se consideran inservibles, pero que de alguna forma han contribuido a la calidad de los servicios médicos institucionales.

Las Normas Oficiales Mexicanas que desaparecieron, y con ello se contribuyó al decremento en la calidad de los servicios médicos institucionales, son: la norma número NOM-SSA2-2017, que refiere a especificaciones sanitarias para los centros de prevención y control de zoonosis a perros y gatos. También se desapareció la NOM-038-SSA2-2010 para la prevención, tratamiento y control de las enfermedades por deficiencia de yodo.

En ese mismo sentido también se eliminó la NOM-033-SSA2-2011 para la vigilancia, prevención y control de la intoxicación por picadura de alacrán, la NOM-029- SSA2-2014 para la prevención y control de la leptospirosis en el humano, así como la NOM-029-SSA2-1999 para la vigilancia epidemiológica, prevención y control de la leptospirosis en el humano.

La erradicación de tales Normas Oficiales Mexicanas fue nada frente a la irresponsabilidad de López-Gatell por el mal manejo de la Pandemia por Covid-19, con lo que también se dejó ver la vulnerabilidad del sistema público de salud de México, que se encuentra lejos de estar entre los mejores del mundo.

El hombre que desmanteló el IMSS

Por su parte Zoé Robledo Aburto, quien además de haber sumido en la peor de sus crisis económicas al Seguro Social, hoy amenaza con llevarlo la quiebra. Bajo su dirección, por primera vez en su historia, el IMSS ha tenido que recurrir al fondo de Reserva de Operación para Contingencias y Financiamiento, esto debido a que en el 2022 los manejos financieros del Seguros Social reportaron un déficit de 17 mil 202 millones de pesos.

El déficit presupuestal que encaró el IMSS en el 2022 fue a causa del manejo que se hizo de la Pandemia por Covid-19, cuando no se aplicaron protocolo de seguridad en diversas compras emergentes de insumos para mantener operando los hospitales.

La falta de controles administrativos en los gastos del IMSS, permitida por Zoé Robledo, ocasionó casos como el del hijo de Manuel Bartlett Díaz, que vendieron a sobreprecio insumos urgentes, con lo que se causó un gasto por encima de lo programado, teniendo que recurrir por primera vez a usar fondos de urgencia de la Reserva para Contingencias y Financiamiento.

A lo anterior hay que sumar la falta de medicamentos, que ya es un tema escandaloso dentro del IMSS; solo en el 2021 fueron más de 8 millones de recetas los que los derechohabientes no pudieron surtir. La evidente razón de ellos fue la falta de recursos del IMSS para la compra de esos insumos elementales.

Pero a final de cuentas no importa que Zoé Robledo o Hugo López-Gatell estén o hayan manejado con torpeza las instituciones a su cargo, lo que verdaderamente cuenta es que nadie les pide rendición de cuentas, ni siquiera porque van a truncar el sueño de tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo… lo que seguramente no será en este sexenio.

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