La Sheinbaum, entre el Sr. López y Mr. Trump

Si por el Tiranito de Palenque fuera, México debería seguir confrontado con Estados Unidos, bajo el pretexto de una mal interpretada soberanía que no distingue donde termina la defensa del Estado mexicano y comienza la defensa de los grupos narco terroristas.

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Por. J. Jesús Lemus 

No es que ella lo desee, más bien son las circunstancias las que están obligando a la presidenta Claudia Sheinbaum a alejarse de los deseos políticos de Andrés López Obrador, con respeto a la posición oficial del gobierno de México ante el gobierno de Estados Unidos.

En el deseo de López Obrador sin duda alguna quedan resabios de viejos rencores, deseos ocultos de una confrontación diplomática entre México y Estados Unidos, para que no se llegue al fondo de la investigación que tarde o temprano lo pondrá a él, ante la justicia norteamericana, como un colaborador del narco terrorismo.

Si por el señor López fuera, la presidenta Sheinbaum seguiría fiel a los dictados de su colonizado pensamiento político ante Estados Unidos: anti yanqui, Pro Libertadora de los pueblos oprimidos de América, Bandera de la independencia, Luz de luz, Rosa Mística, Torre de David, Torre de marfil, Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores…

Si por el Tiranito de Palenque fuera, México debería seguir confrontado con Estados Unidos, bajo el pretexto de una mal interpretada soberanía que no distingue donde termina la defensa del Estado mexicano y comienza la defensa de los grupos narco terroristas.

Pero las circunstancias llevan a la presidenta con “A” a tomar otras decisiones: o colabora con el gobierno del presidente Donald Trump, en tareas conjuntas de seguridad regional, o el Monstruo Naranja aplasta la economía mexicana a base de la imposición de aranceles hasta por el aire que cruza de México a Estados Unidos.

La colaboración de México con Estados Unidos en materia de seguridad ya comenzó. Las acciones de la Secretaría de Seguridad Pública, como la destrucción de casi mil laboratorios de producción de drogas sintéticas, entre ellas fentanilo, es resultado de la información dictada desde Estados Unidos.

Desde el vecino país del norte los radares están activos y se monitorea permanentemente todo el espacio aéreo mexicano. Se informa de las incursiones de aeronaves que furtivamente llegan desde el Cono Sur del continente con cargas de drogas, y ahora se decomisan.

Estados Unidos, con sus radares y sus barcos tipo Destructores, monitorea en forma permanente los litorales del Pacifico y del Golfo, incluyendo los de los mares de Cortez y Golfo de México. Por eso el decomiso de drogas que llegan en sumergibles o en embarcaciones con motores fuera de borda.

Desde las agencias del Departamento de Justicia de Estados Unidos se da seguimiento a los principales objetivos generadores de violencia que operan en suelo mexicano, y ahora se les da seguimiento, por eso los resultados en materia de detenciones e incautación de drogas.

La colaboración que hoy se da, de la presidenta Claudia Sheinbaum con el gobierno del presidente Donaldo Trump, era inimaginable en el gobierno del presidente López Obrador. Acuérdese el que rompió la colaboración. La intención siempre fue proteger a los grupos del narco.

¿A poco cree que eso de los “Abrazos y no Balazos” solo fue una ocurrencia? Fue una estrategia orquestada desde la mente enferma de López Obrador, con lo que buscó pagar los apoyos y financiamientos que recibió, al menos de los cárteles de Sinaloa y de los Zetas.

Ahora Claudia se tiene que alejar de las instrucciones de su hechor político. Se tiene que unir con Trump o no cuaja el segundo piso de la Cuarta Transformación. Es un doloroso paso que tiene que dar la presidenta si quiere mantener a flote el proyecto político que acarició desde que estaba en la guerrilla del M-19.  

Después de todo, en el pragmatismo socialista, en la ideología de Vladimir Lenin, siempre es válido el principio de “dos pasos adelante y uno para atrás” a fin de afianzar la revolución, o lo que es lo mismo: el fin justifica los medios. Ahora solo hay que ver si el dictador de chocolate comprende las intenciones de su corcholata más avanzada.

Por lo pronto la presidente Claudia Sheinbaum -a partir de esta semana que inicia- establecerá un plan de acción y seguridad en coordinación con el gobierno del presidente Donald Trump, lo que coloca al actual gobierno de México en el papel de ejecutor en su propio territorio de las políticas transfronterizas que establezca el gobierno de Estados Unidos para garantizar su propia seguridad nacional.

Si el señor López no entiende el papel de Claudia frente al presidente Trump, será el rompimiento. Si sí lo comprende, sabrá que muy pronto el gobierno norteamericano va a reclamar su cabeza. En ambos casos, el señor López debería estar haciendo sus maletas para refugiarse en alguno de los paraísos socialistas -Cuba, Nicaragua o Venezuela- que tanto financió desde su gobierno.

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