En la 4T odian lo europeo, pero les fascina Europa

Por. J. Jesús Lemus
Nadie, al menos no dentro de Morena, parece que se pueda resistir a la seducción de Europa. La clase política gobernante, la de la Cuarta Transformación, que vela por el interés superior de Primero Los Pobres, ha dado muestra de su incongruencia política al optar por Europa para veranear.
Ricardo Monreal, Los Yunes, Pedro Haces, Mario Delgado y recientemente Gerardo Fernández Noroña, y otros tantos políticos menos mediáticos, que esgrimen su estéril argumento político de velar por los pobres, han ya demostrado su fascinación por el viejo continente, y los gastos que ello conlleva.
No es importante que, a la mayoría de los mexicanos, los pobres por los que la Cuarta Transformación y Morena, dicen que ven, no tengan ni para vacacionar en cualquier destino de playa de México, por medianamente económico que sea.
A los de la Cuarta Transformación les gusta señorearse en el viejo continente. Les gusta sangrar el presupuesto, no importa que por lo menos 40 millones de mexicanos no tengan asegurada la alimentación del día siguiente, ni que por lo menos otros 20 millones de personas vivan al día con un salario mínimo.
Un viaje promedio en Europa, como los realizados por Ricardo Monreal, Los Yunes, Pedro Haces, Mario Delgado y/o Gerardo Fernández Noroña, tiene un costo promedio, entre los 45 mil y los 80 mil pesos diarios, solo en lo que hace a los gastos de hospedaje y alimentación. Vaya usted a saber los gastos extras.
Ningún mexicano, que solo tenga ingresos de su salario por su trabajo manual o intelectual, puede darse ese lujo. Esos niveles de gastos solo son alcanzables dentro del sector empresarial, con las utilidades legales que deja cualquier actividad económica o industrial a gran escala.
La otra forma de alcanzar esos niveles de despilfarro, con gastos y el lujo a tope en Europa, solo es posible a través del pillaje o el saqueo de los fondos públicos. Los hemos visto con gobernadores como Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán, o Samuel García, de Nuevo León, que con gastos oficiales se han dado la gran vida en supuestos viajes de trabajo a Europa.
Parecen pocos los funcionarios públicos que en los últimos días han sido evidenciados con sus lujos y excentricidades en Europa, pero una revisión a los gastos de la Cámara de Diputados y la de Senadores, refiere que por lo menos -en los últimos siete años- durante el gobierno de la 4T, los diputados y senadores son los funcionarios federales que más han viajado a Europa.
La cuenta de gastos del Poder Legislativo refiere que, en los últimos siete años, el 75 por ciento de los diputados y el 96 por ciento de los senadores han cargado a la federación sus gastos de viajes a Europa. En la mayoría de los casos esos gastos fueron por comisiones o encomiendas oficiales.
Por lo que hace a los gobernadores, no hay un solo gobernador de la 4T que en lo que llevan de su gobierno no haya viajado fuera del país, la mayor parte de esos gobernadores han visitado Europa, a donde -ese es el argumento principal- se viajó para buscar capitales de inversión en sus entidades, los que en la mayoría de las veces no aterrizaron.
Los viajes a Europa por parte de la clase gobernante de la 4T, más allá del cuestionamiento por una razón ética, derivada del despilfarro económico en una nación de pobres, contrasta más por la confrontación que oficialmente el movimiento de regeneración nacional mantiene con el eurocentrismo.
En el pensamiento político de aquellos pro 4T todavía resuena el colérico discurso de Andrés Manuel López Obrador, dictado por Beatriz Gutiérrez, reprochando el colonialismo represor, la invasión y hasta la viruela de los que llegaron a fusionar la cultura española con la mesoamericana.
Hasta por razones éticas, de plena congruencia con el modelo político que sostiene, los miembros de la 4T deberían restringir sus viajes a la vieja Europa. Por solidaridad con los mexicanos que no tienen ni la más mínima posibilidad de vacacionar cada verano, se deberían limitar en sus gastos.
Pero, no. Al cabo, allí está el ejemplo de incongruencia. Que dicta la señora Beatriz Gutiérrez: ella reprochó hasta el cansancio el eurocentrismo en la vida mexicana, y ahora, ella quiere ser europea por adopción. Dentro de muy poco podrá ser ciudadana nacionalizada española y poder rendir lealtad del rey que tanto es despreciado por las elites de la 4T.