Cómo opera la Industria Farmacéutica ¿Qué sucede tras bambalinas y cómo nos afecta?

Por. María Elena Figueroa
Estimados lectores, este es un cuento de terror, y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Yo no quiero convencerlos de nada, simplemente pongo en la mesa esta historia. Espero que ustedes lo analicen, para formar su propio criterio y tomar sus propias decisiones al respecto. En este mundo caótico donde importa más el dinero que un ser humano, hay que estar muy alertas en caso de que se nos presente una situación similar a las de este cuento de terror.
La industria farmacéutica es un negocio muy lucrativo, donde lo más importante es llegar a las metas financieras anuales, a través de un Marketing Plan y de un P&L como le llaman los grandes laboratorios farmacéuticos, que significa Profit & Loss (Pérdidas y Ganancias).
La industria farmacéutica, estrictamente hablando, se compone de los fabricantes que comercializan sus productos medicinales de origen químico, llamados cotidianamente como laboratorios farmacéuticos. La operación de la industria farmacéutica es compleja, ya que un laboratorio farmacéutico tiene una relación de negocios cercana con socios comerciales como los puntos de venta, médicos, laboratorios de estudios, hospitales, aseguradoras, proveedores de equipo y materiales para hospitales, con los pacientes y el gobierno, relaciones donde lo más importante son las ganancias y no el bienestar del paciente.
México es el segundo mercado farmacéutico más grande en América Latina, después de Brasil y ocupa el doceavo lugar a nivel mundial. El producto interno bruto (PIB) del sector salud en México se ha incrementado a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) en un 6.68% de 2014 a 2022, por encima del PIB nacional, lo que demuestra la importancia que tiene el sector salud en la economía nacional. Los ingresos por ventas generados en la industria famacéutica han crecido a una tasa de crecimiento anual compuesto de 3.3% de 2016 a 2020, con un valor de MXN 688,000 millones en 2020, un 17% más que las ventas totales de las tiendas de autoservicio, de acuerdo con la firma de consultoría KPMG. (1)
¿CÓMO OPERA LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA?
El objetivo de este artículo es que usted conozca y comprenda el funcionamiento e intereses de cada participante de esta cadena en la industria farmaceútica, ya que al tener más información, usted podrá tener más herramientas cuando se le presente un caso serio de salud, y así poder actuar de la manera en que usted considere más adecuada con el fin de salvar su vida o la de su ser querido, además de cuidar su economía.
“El objetivo principal de toda esta industria, en el deber ser, es que el médico cure al paciente de manera profesional y ética, cuidando que al paciente se le practique o se le recete lo necesario, y que gaste no gaste más de lo necesario.” – Ma. Elena Figueroa
¿Pero qué sucede a lo largo de todo este proceso, tras bambalinas, que lo pacientes no llegan a ver?
Después de conocer todos los componentes o participantes de la industria farmacéutica, veremos qué componentes están conectados con qué otros. Por ejemplo, el hospital privado siempre tiene una relación de negocios con los laboratorios farmacéuticos que le surten los medicamentos. A continuación expondré los casos más críticos de las relaciones entre las partes del diagrama mostrado.

EL LABORATORIO FARMACÉUTICO Y LOS HOSPITALES PÚBLICOS
La relación que tiene el laboratorio farmacéutico con los hospitales públicos es similar a la de los hospitales privados. Los laboratorios farmacéuticos tienen 2 fuerzas de ventas, una que se dedica a vender, a visitar a los compradores en las oficinas de los principales clientes como farmacias (F. del Ahorro), autoservicios (Walmart), etcétera.
Pero existe una segunda fuerza de ventas, llamados visitadores médicos, que visitan los hospitales. Los visitadores médicos se encargan de acudir periódicamente al consultorio de los médicos que laboran en los hospitales públicos, como el IMSS, el ISSSTE, el Centro Médico Siglo XXI, etcétera. con el fin de recordarles los beneficios de los medicamentos que tienen a su cargo, o de anunciarles el lanzamiento de un nuevo producto del laboratorio donde laboran, explicándoles los beneficios del medicamento, la dosis, etcétera.
Una práctica común es que los visitadores médicos les llevan regalos económicos en cada visita al médico y a veces a las enfermeras como plumas, libretas, tazas, termómetros con la marca impresa, etc. Sin embargo, al ser hospitales públicos, no siempre depende del médico que el hospital cuente con todas las marcas de medicamentos, ya que en muchas ocasiones los hospitales públicos compran productos genéricos y el médico no puede dar a sus pacientes la marca que el visitador médico está promoviendo. Por lo general, en hospitales públicos los visitadores médicos promueven más las medicinas de patente, las más nuevas, que son las que sí tiene en existencia el hospital público.
EL LABORATORIO FARMACÉUTICO Y LOS HOSPITALES PRIVADOS
Los laboratorios farmacéuticos luchan contra su competencia para ganarse a los médicos y receten sus marcas de medicamentos. Sin embargo, muchos médicos no éticos se van por el mejor postor, no recetan el medicamento que mejor le convenga a la salud del paciente, sino el medicamento del laboratorio que más beneficios económicos le dé.
Cada laboratorio farmacéutico tiene una segunda fuerza de ventas llamados visitadores médicos que visitan los consultorios periódicamente co el fin de persuadir a los médicos para que receten su(s) medicamento(s).
Como un aliciente, el visitador médico suele dejarle en cada visita un regalo para él, y en ocasiones para que él le regale a sus pacientes (libretas, tazas, plumas, etc.), así como muestras gratis (paquetes con 2 o 4 pastillas). Estas actividades son tipo de acciones se consideran como una práctica común. Lo que ya no se considera como algo normal es cuando a los médicos “estrella”, que son los que tienen más pacientes, o son los más reconocidos, y con más influencia si trabajan en hospitales, son “comprados” por los laboratorios con regalos muy costosos, desde pantallas, corbatas, relojes, hasta que les paguen un Congreso de su especialidad en el extranjero (como Nueva York, Londres, etc.) o les paguen un viaje al Mundial de Football Soccer de Rusia, por ejemplo, con todo pagado y en categorías de lujo. Este tipo de prácticas son muy comunes en la industria farmacéutica.
A diferencia de los hospitales públicos, los hospitales privados tienen una relación diferente con el médico en cuanto a las comisiones que reciben los médicos. El hospital privado le da una comisión al médico por cada estudio o análisis que le mande realizar al paciente en el mismo hospital donde el médico tiene su consultorio. Esto se comprueba con la receta de los estudios del médico y el médico recibe un porcentaje del costo de los estudios.
El hospital le da una comisión al médico por internar a un paciente en el hospital privado donde tiene su consultorio. En el caso de que un médico que no tenga su consultorio en ese hospital, ellos llegan a tener acuerdos con el hospital para internar a sus pacientes ahí. A ambos médicos se les da una comisión, un porcentaje del total de la cuenta que pagó el paciente mientras estuvo internado. El hospital privado le da una comisión al médico más alta si el médico interna al paciente en terapia intensiva o terapia intermedia.
CASOS MÁS DELICADOS: Al darle el hospital privado una comisión al médico por el total de la cuenta a pagar, muchos médicos no éticos dicen que el paciente requiere tener en su habitación ciertos equipos adicionales, o recetan medicamentos extras que realmente no requieren, u otra cosa com el fin de incrementar el monto total de la cuenta. Incluso llegan a inventar padecimientos no existentes, segundas cirugías innecesarias o le dicen al familiar y paciente que tuvo algunas complicaciones con tal de incrementar el monto de la cuenta.

No todos los médicos son antiéticos, también hay muy buenos médicos honestos. Sin embargo, si algo no suena lógico, es mejor consultar una segunda o tercera opinión que puede salvar una vida, además de sus ahorros.
Un médico testigo afirmó que en el hospital donde ejerce su profesión, hay dos tipos de médicos: los que se prestan a estas actividades ilícitas y los que ejercen su profesión honestamente. En el caso de los médicos no éticos, su forma de operar es en grupo. Esos médicos se ponen de acuerdo para operar a los pacientes y dejarlos internados, así ganando todos parte de un porcentaje del total de la cuenta.
Por ejemplo: un gastroenterólogo tiene un paciente con mucho dolor en el estómago, a quien ya le mandó realizarse estudios, ya le recetó varias medicinas y no se mejora. El médico le dice al paciente que con base en los estudios tiene que hacerle una cirugía en el estómago. Desde antes de la cirugía el médico se pone de acuerdo con su grupo de médicos de confianza para planear cómo tratarán al paciente. En ese equipo están el gastroenterólogo, un anestesista, uno de medicina interna, un especialista en riñones y un cardiólogo, por ejemplo.
Ellos se ponen de acuerdo con cada paso a seguir. Realizan la cirugía el gastroenterólogo, el anestesista y el especialista de medicina interna. Después de la cirugía le dicen al paciente que durante la operación notaron algo extraño en un riñón, que tal vez el riñón esté dañado y esté afectando al estómago (lo cual es una mentira, parte de su plan), por lo que tienen que dejarlo unos días en observación con medicamentos y hacerle estudios para el riñón. Después de los estudios de la observación le comunican al paciente que si se necesita le realicen una segunda cirugía en el riñón, donde participarán 2 especialistas más: el del riñón y el cardiólogo para cualquier emergencia.
Como paréntesis, este tipo de médicos no éticos son expertos en la manipulación, en el manejo de las emociones de pacientes y familiares, en cómo decirles la información, en asustarlos, en convencerlos, en ganarse su confianza.
Continuamos. Después de la operación del riñón, si tiene suerte el paciente, se va a su casa con vida. Pero en otras ocasiones, el nivel de ética es tan bajo que le comunican a los familiares, dos días después de la cirugía, que se está poniendo muy grave y lo envían a terapia intensiva y le realizan de emergencia varios estudios, encontrando que es una bacteria (lo cual también es parte de la mentira).
¿Bacteria? ¿Han escuchado esa palabra últimamente muy frecuentemente? No es coincidencia. Pero ese es otro tema.
Se llegan a dar casos en los que pueden continuar inventando situaciones médicas hasta dejar a los familiares o al seguro (en caso de que el paciente tenga seguro), o a los dos, sin dinero. De eso depende mucho hasta donde lleguen este grupo de médicos. Puede ser que el paciente regrese con vida a casa con su familia, pero sin dinero, o puede ser que una vez acabándose el dinero, si el paciente está grave, fallece.
Por otro lado, existen casos un poco diferentes, también con médicos no éticos hasta pueden llegar a dedicarse al tráfico de órganos. Pueden inventarle a los familiares que el paciente tiene una muerte cerebral, sin embargo, el cuerpo, los órganos siguen funcionando, con este escenario hay casos en los que al estar el paciente en terapia intensiva sedado o en coma, aprovechan para quitarle un órgano al paciente, sin que se de cuenta el familiar. Para que un órgano pueda ser trasplantado, tiene que extraerse de un cuerpo vivo, ya que se tienen pocas horas para transportarlo y poder transplantarlo a otra persona. Antes de retirar el órgano se tienen que realizar estudios de compatibilidad con la persona que lo recibirá, estudios que se realizan mientras está en el hospital. Simplemente con esto, está de más decir cuánto dinero puede llegar a ganar un médico que es parte de estas prácticas.
Otra manera en que los médicos operan de forma no ética en conjunto con los grandes laboratorios farmacéuticos, que siempre están innovando, es realizar pruebas con pacientes internados, al estar investigando esos nuevos medicamentos. Estos casos se dan con enfermedades crónicas o muy delicadas como el cáncer. Los laboratorios solicitan a los médicos o a hospitales que se presten a esto, que cuando haya un paciente internado con el padecimiento que el laboratorio necesita, prueban ese nuevo medicamento en él como parte de su estudio, así determinando los resultados del funcionamiento de ese medicamento, y los efectos adversos. Generalmente, ni al paciente, ni a los familiares les informan o les piden su consentimiento para realizar estas pruebas con un medicamento que aún no está aprobado por las autoridades.
La forma del laboratorio farmacéutico para llegar al paciente es mediante diversas actividades publicitarias y de comunicación como: comerciales de TV, en redes sociales, en plataformas de video internet, patrocinios, muestras gratis, eventos especiales, promociones, programas de lealtad, información adicional en punto de ventas, entre otras. Esta publicidad y actividades tienen que ser aprobadas por las autoridades, sin embargo, en algunos casos se da el caso en que los laboratorios sobornan a la(s) persona que aprueban los materiales publicitarios para que sean aprobados. Esto significa que en ocasiones, los laboratorios prometen más beneficios de los que puede ofrecer el producto en realidad o exageran los beneficios, lo cual es un engaño al consumidor o paciente.
El laboratorio farmacéutico le vende a todos los puntos de venta de forma tradicional, y con puntos de venta me refiero a farmacias, autoservicios, mayoristas, hospitales privados, etc. Pero esta compra-venta es diferente en el caso de las licitaciones para los hospitales públicos, con los compradores del gobierno, que no siempre compran el mejor producto para los pacientes, sino que llegan a comprarle al laboratorio que les dé un buen regalo o más dinero “por debajo de la mesa”, incluso algunas veces dejando de comprar algunos productos básicos, con tal de comprar mayor cantidad de los productos que les ofrecen con “beneficios” para ellos mismos.
No todos los compradores realizan estás prácticas, y como en todos los negocios también hay compradores honestos. Otro tema que se ha dado en los últimos años o década es que el gobierno suele comprar en su mayoría medicamentos genéricos, y me refiero a que no son de laboratorios reconocidos, porque la patente del laboratorio que inventó esa fórmula ya caducó, y cualquier otro fabricante ya puede producirlo, siendo su costo mucho más económico. Estos laboratorios de medicamentos genéricos también pueden llegar a sobornar a algunos compradores para que les den preferencia contra otro laboratorio de genéricos.
Se lo dejo para consultar con la almohada…
Y le recomiendo, si no lo ha leído, el artículo que escribí el 17 de Julio pasado, que va muy de la mano con este tema y verá quién comenzó con todo esto, el título es: “Los Rockefeller eliminaron la medicina natural para crear la industria farmacéutica actual; un plan malvado.” Aquí en Cenzontle400.mx
@maelenafigueroa