Caro Quintero sigue enfermo

La manifestación de Caro Quintero fue en el sentido de tener algún padecimiento que le causaba dolor en el vientre bajo, sumado a un añejo padecimiento gastrointestinal. Por ello solicitó atención médica no urgente

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Por. J. Jesús Lemus

A solo unos días de la audiencia en donde la Fiscalía de Estados Unidos presentó sus intenciones de no pedir la pena de muerte como sentencia contra Caro en caso de ser encontrado culpable por el asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena, “El R-1”, “El Narco de Narcos”, “Don Rafa” o también conocido como Rafael Caro Quintero se dice enfermó,

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía del gobierno norteamericano, Rafael Caro Quintero habría informado de nueva cuenta, por segunda ocasión en un mes, ante personal de custodia de la cárcel en la que se encuentra, el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, que se encontraba enfermo.

La manifestación de Caro Quintero fue en el sentido de tener algún padecimiento que le causaba dolor en el vientre bajo, sumado a un añejo padecimiento gastrointestinal. Por ello solicitó atención médica no urgente.

La última afección clínica que registró Rafael Caro Quintero durante su estancia en suelo mexicano, cuando estuvo recluido en la cárcel federal de Almoloya, fue el crecimiento anómalo de próstata, de nivel 4, lo que fue motivo de una intervención quirúrgica registrada septiembre del 2023, en un hospital del Estado de México.

Antes de esa afección Rafael Caro habría sido objeto de otra intervención quirúrgica, durante su reclusión en la cárcel federal de Puente Grande, en el estado de Jalisco, en donde -en el 2009- la causa clínica fue el crecimiento de un quiste en una ingle.

Aquella operación fue practicada dentro del hospital de la cárcel de Puente Grande, donde intervinieron dos médicos especialistas externos, quienes recomendaron una recuperación de tres días de hospitalización para el interno y ex jefe del Cártel de Guadalajara.

La declaratoria de Rafel Caro Quintero -ante personal de custodia de la cárcel de Brooklyn- sobre desmejorado su estado de salud, generó de inmediato una nueva alerta en la Fiscalía de Estados Unidos.

Ya debe estar tranquilo

Hay que recordar que Rafael Caro Quintero acaba de pasar el susto de la audiencia en donde la Fiscalía de Estados Unidos presentó su decisión de no poder la pena de muerte, en caso de encontrarlo responsable por el asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena.

 Antes de despejar la duda, era una posibilidad que se pidiera la pena de muerte para Rafael Caro Quintero, lo que pudo haber tenido impacto más allá de lo emocional en la persona del capo, por lo que pudo haber somatizado la situación emocional adversa.

A Rafael le pudo haber impactado en su estado de salud, el hecho real de que con base en la legislación y en la tradición norteamericana, en el caso del asesinato de un agente del orden, local o federal, siempre las fiscalías solicitan la pena de muerte para los agresores.

El impacto en la salud de Rafael Caro también se pudo deber a que en Nueva York la pena de muerte fue abolida desde el 2007, pero solo para delitos contemplados en la legislación estatal. La pena capital no está prohibida para delitos cometidos en el ámbito de las leyes federales, como es el caso de Rafael Caro Quintero. Sin embargo, desde 1963 nadie ha sido ejecutado por el Estado norteamericano en Nueva York.

Caro precio de la cárcel

Rafael Caro Quintero es un hombre que ha estado preso en México más de 31 años, bajo el señalamiento de haber asesinado a Kiki Camarena, un agente de la DEA que investigaba el trasiego de drogas desde México a Estados Unidos. Los 31 años de prisión que ha enfrentado han sido sin haber sido sentenciado, solo llevando su proceso penal.

La cárcel le ha cobrado factura a Rafael Caro. De acuerdo con lo que refiere el expediente carcelario resguardado en los anales del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), Rafael Caro padece hipertensión, colitis, reflujo, gastritis, crecimiento de próstata, hipertensión e insuficiencia cardiaca.

Sobre todo, los problemas de la próstata e insuficiencia cardiaca son los que en los últimos años de reclusión se le han ido agudizado al ex líder fundador del Cártel de Guadalajara y del Cártel de Caborca, según refieren fuentes del sistema penitenciario mexicano

De tal dimensión ha sido el avance de esos padecimientos, que -durante los últimos dos años antes de su entrega a la justicia norteamericano- Rafael Caro Quintero era llevado cada 15 días al servicio médico de espacialidad de la cárcel federal de Almoloya, en donde era auscultado por dos médicos especialistas: un urólogo y un cardiólogo.

A causa de su condición de salud, Caro Quintero -cuando estuvo recluido en México- contaba con una dieta alimenticia especializada, tenía acceso a actividades deportivas diarias (caminar), lectura y juegos de mesa, y estaba exento de tratos violentos por parte de los guardias, todo ello por recomendación médica y como parte de su tratamiento.

Aboga su defensa

En un documento dirigido al juez Frederic Block, el abogado Mark DeMarco, da a conocer que el narcotraficante permanece confinado en una celda pequeña y sin ventanas durante 23 horas diarias de lunes a viernes, mientras que los fines de semana no se le permite salir en ningún momento.

Tampoco tiene acceso a actividades de ejercicio. Las comidas se entregan a través de una ranura en la puerta y las consume solo. La luz permanece encendida de manera constante y, debido a un sistema de aire acondicionado irregular, en ocasiones carece de suficiente ropa o mantas para resguardarse del frío.

Además, Caro Quintero ha tenido únicamente una o dos llamadas telefónicas breves y monitoreadas con familiares en México desde su llegada al distrito en febrero de 2025. La defensa señaló que no se le permite ningún tipo de comunicación indirecta con su familia, ya que a los abogados se les prohíbe transmitir mensajes a terceros.

Asimismo, Quintero sigue sin recibir un televisor, al cual tiene derecho, por lo que solo tiene un radio con programación mayormente en inglés, que casi no utiliza, dado que solo habla español.

Ante este panorama, el equipo legal solicitó al juez que ordene el levantamiento de las SAMs o, en su defecto, convoque a una audiencia en la que se presenten argumentos y pruebas para determinar si las restricciones son necesarias. La defensa insistió en que las actuales condiciones vulneran derechos constitucionales y afectan directamente la capacidad de preparar una defensa adecuada.

Cabe destacar que las Medidas Especiales Administrativas (SAMs, por sus siglas en inglés), implementadas por orden de la fiscal general de Estados Unidos, son diseñadas para personas acusadas o condenadas por terrorismo y contempla un aislamiento severo dentro del penal, además de una restricción significativa de contactos con el exterior para evitar la transmisión de mensajes que puedan facilitar actos ilícitos.

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