Ovidio y “El Mayo”, se cuelgan de Maduro… EUA, complaciente
Sí. Ovidio Guzmán dio información certera al gobierno del presidente Donald Trump sobre la narcoactividad que tenía y tiene el presidente Nicolás Maduro, desde que sucedió al presidente Hugo Chávez, y que lo convirtió en el actor mas importante de suministro de cocaína a los cárteles de las drogas en México

Poco a poco va saliendo la verdad sobre el caso de Ovidio Guzmán y “El Mayo” Zambada, sobre la razón de convertirse en testigos protegidos, y -sobre todo- el complaciente comportamiento del gobierno de Estados Unidos, el que finalmente, faltando a sus principios, terminó pactando con dos terroristas.
Hasta hace unos días, todos en México nos llegamos a preguntar ¿cuál fue la razón por la que el gobierno norteamericano le dio un trato privilegiado al delincuente Ovidio Guzmán, máxime que la organización que en un momento dirigió, la de Los Chapitos, una fracción del Cártel de Sinaloa, fue calificada como organización terrorista.
La respuesta a esa interrogante la acaba de dar el gobierno norteamericano con el despliegue, sobre el Mar Caribe, de sus fuerzas de guerra que tienen como destino el derrocamiento del régimen venezolano de Nicolás Maduro.
Sí. Ovidio Guzmán dio información certera al gobierno del presidente Donald Trump sobre la narcoactividad que tenía y tiene el presidente Nicolás Maduro, desde que sucedió al presidente Hugo Chávez, y que lo convirtió en el actor mas importante de suministro de cocaína a los cárteles de las drogas en México.
Ovidio Guzmán explicó al gobierno del presidente Donald Trump, como muchos cárteles de las drogas en México, entre ellos el de Sinaloa, compraban cocaína al Cártel de los Soles, dirigido por Nicolas Maduro. Mucha de esa cocaína fue a parar las calles de Estados Unidos.
Con esa información, que revela cómo el Cártel de Los Soles ayudó a que los cárteles Tren de Aragua, del Noreste, de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana, todos ellos considerados como narcoterroristas, se solidificaran como amenazas para la seguridad de Estados Unidos, a la administración de Trump le quedó en claro donde está la amenaza real.

Con la información aportada por Ovidio Guzmán, sobre Nicolás Maduro combinando su función de Jefe de Estado y líder del cártel que tiene el monopolio del comercio de cocaína en América, se tejió la posibilidad del derrocamiento y del apropiamiento de las riquezas naturales de Venezuela que han sido desde siempre ambicionadas por Estados Unidos.
Hay que recordar que Venezuela tiene la mayor reserva mundial de petróleo, cuenta tambien con bastos yacimientos de minerales de importancia industrial, y no se diga las reservas probadas de oro y plata que contiene el subsuelo de esa nación.
Desde siempre el gobierno de Estados Unidos había ambicionado las riquezas de Venezuela.
Desde siempre Estados Unidos había deseado una invasión para el derrocamiento del régimen.
Desde siempre Estados Unidos había estado buscando un pretexto para apoderarse de las riquezas naturales de ese país.
El pretexto buscado por Estados Unidos se lo dio Ovidio Guzmán. Con sus declaraciones sobre Nicolas Maduro dirigiendo el Cártel de Los Soles y suministrando droga a Estados Unidos a través de los cárteles mexicanos, es la mejor razón que pudiera haber tenido Trump, para -en nombre de la seguridad- apropiarse de grandes riquezas estratégicas para su país.
Por eso ahora podemos entender por qué motivo Estados Unidos fue tan desprendido con un criminal como Ovidio Guzmán, al que le permitió no ir a la cárcel, mantener intacta su fortuna económica, mejorar las condiciones de encarcelamiento de su padre Joaquín Guzmán Loera, acoger a su hermano Joaquín Guzmán López como Testigo Protegido y dar asilo político a 17 familiares.
Si Ovidio Guzmán hubiese pedido un monumento en Washington, el mismo que el gobierno de Estados Unidos le manda construir, pues con las declaraciones que inculpan a Nicolás Maduro, con eso tiene Estados Unidos para garantizarse un futuro a corto plazo sin problemas energéticos ni económicos.
Eso también lo entendió Ismael Zambada García quien, luego de ser reticente a convertirse en testigo Protegido, finalmente aceptó hablar con la Fiscalía de Estados Unidos, para contar todo lo que -desde el liderazgo del Cártel de Sinaloa- supo sobre la actividad criminal de Nicolás Maduro.
Esa es su puerta de salida de la cárcel o al menos a la cadena de por vida en prisión.
Por lo pronto en México todos los narcopolíticos socios de “El Mayo” Zambada y Ovidio Guzmán López pueden volver a dormir tranquilos. En sus declaraciones, por el momento, solo están atendiendo cuestionamientos con relación a Nicolas Maduro. Aun no están hablando de cómo financiaron la campaña de López Obrador ni como fueron socios de Adán Augusto López Hernández y Rubén Rocha Moya.