Peña Nieto siempre atribuyó que fue Presidente de México por la profecía de una vidente
“Así era Enrique: noble al extremo. A veces despistado y algo torpe. imprudente en ocasiones, pero nadie puede negar que tenía un gran
corazón. Eso sí, desde niño se le notaba que tenía muchas ambiciones”. En esos términos lo describe Juan Carlos Lozano, un compañero de primaria que compartió con Peña Nieto las aulas en la escuela “Profesora Eudoxia Calderón Gómez” de la ciudad de Toluca, a donde el niño Peña Nieto ingresó luego de que su familia decidió mudarse de Atlacomulco, por razones de trabajo de su papá