Rituales de acicalamiento colectivo en el corazón del Centro Histórico de la CDMX

Los chilangos ya se la saben que en la misma calle donde pueden comprar un taladro, una olla o un sartén, los bienaventurados estilistas pueden arreglarles el cabello, la ceja, las uñas, el bigote… pulir esa belleza escondida, y regresar a casa tirando rostro, no mentadas de madre por el estrés que causan las aglomeraciones y los arrimones en el Metro o microbús

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