Con la reforma al Artículo 21 Constitucional, en donde ahora se establece que la persecución del delito no solo es exclusiva del Agente del Ministerio Público, sino que también será función del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado el primer paso para crear al súper policía de la Cuarta Transformación.

No puede haber mayor piropo al trabajo de un funcionario público que cuando un Jefe del Ejecutivo hace una reforma constitucional solo para proyectar mejor la trayectoria de aquel al que se quiere lucir, y en ese sentido, Omar García Harfuch cuenta con las deferencias de la presidenta Sheinbaum.

La reforma al 21 constitucional permite a Omar García Harfuch convertirse en un súper policía porque tendrá plenas funciones para la investigación del delito. Nada lo podrá limitar en sus pesquisas. Tendrá todo un sistema de espionaje –como el Centro Nacional de Inteligencia- a su disposición para seguir la pista a la delincuencia de cualquier orden.

De súper policía a súper fiscal

También, con base en esta reforma propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, tendrá en sus manos la rectoría de la coordinación de los trabajos de investigación que sobre seguridad pública realicen otras entidades del Estado mexicano.

No se debe olvidar que otras dependencias del ámbito federal, asignadas por la Constitucional Política Mexicana a ser garantes de la paz y la seguridad pública, son la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional (GN), por lo que Omar García Harfuch estará por encima de los titulares de esas instituciones. 

Pero, sin duda, esta reforma al artículo 21 constitucional es una jugada maestra por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, dado que Omar García Harfuch, en su calidad de secretario de Seguridad Pública tendrá también facultades plenipotenciarias para desempeñarse como fiscal, muy por encima del Fiscal General de la República.

La superioridad del Omar García Harfuch por sobre el Fiscal General de la República, personificado en Alejandro Gertz Manero, se debe a solo un pequeño detalle: que con la reforma al 21 constitucional, Harfuch podrá perseguir e investigar hasta los delitos del fuero común, cosa que no puede hacer el titular de la FGR.

El hombre de las confianzas

¿Por qué Omar García ha sido investido con tanto poder? Solo hay una razón para suponer tal depósito de confianza de parte de la presidenta Claudia Sheinbaum: Omar García Harfuch es el único de plena confianza de Claudia Sheinbaum dentro del gabinete presidencial.

Además, es el juego de las suposiciones, Omar García Harfuch de esta forma, con el nuevo desempeño de amplias facultades, se estará capacitando para cuando llegue el momento de suplir a Alejandro Gertz Manero al frente de la FGR, dado que por la lógica de la edad, Gertz se encuentra más cerca de la jubilación que ninguno otro dentro del gabinete presidencial.

La reforma al artículo 21 constitucional es sin duda una muestra de la estrategia con la que Claudia Sheinbaum se puede mover cuando se trata de ganar posiciones. Con esta reforma no solo se está preparando al sucesor de Gertz Manero para cuando llegue el momento de la suplencia, también Gertz Manero ya está siendo suplido desde ahora.

Sí, la reforma al 21 constitucional, donde se faculta a Omar García Harfuch a tener funciones como las de un Fiscal General de la República o como las de un Fiscal General de Justicia en cualquiera de los 32 estados, prácticamente es una suplencia a Gertz Manero, quien ha demostrado desde el momento en que asumió la titularidad de la dependencia que lo suyo no es la persecución del delito.

La jubilación temprana de Gertz

Lo de Gertz Manero no es la persecución del delito, ni la erradicación de la impunidad, ni el combate a la corrupción, ni la rendición de cuentas, ni la colaboración con otras áreas de seguridad nacional, ni las reuniones con la presidenta, ni los trabajos de coordinación internacional, si siquiera respetar la legalidad.

Un personaje como Gertz, de ese calado social, político y moral, por supuesto que le afecta a un gobierno como el que la presidenta Claudia Sheinbaum pretende establecer, donde el eje rector sea el servicio a la gente y el contacto social para explicar las acciones de gobierno, que solo tienen por encima el intereses general.

Por eso Claudia Sheinbaum, en esta carambola de dos bandas que ha hecho con la reforma al artículo 21 constitucional, prácticamente se está deshaciendo de la herencia que López Obrador le dejó al frente de la FGR, de un viejo funcionario que mucha responsabilidad ha tenido en el desmejoramiento de la imagen de la Cuarta Trasformación.

Ahora, después de que se formalice la reforma al citado artículo constitucional, que es el principal soporte que nunca un secretario de Seguridad Pública había tenido, Omar García Harfuch será el principal promotor de los buenos resultados que el gobierno de Claudia Sheinbaum no ha podido presumir en otras áreas, debido al lastre que representa la herencia de AMLO.

Con esta reforma, García Harfuch no tiene ninguna posibilidad de la excusa ni de la omisión para no cumplir cabalmente con su cargo. Harfuch es un hombre que conoce bien el oficio de policía. Lo trae en la sangre, como una herencia genética. Y con esta reforma constitucional Harfuch se encuentra en la posibilidad de ser el héroe nacional que termine, o al menos aminore, la presencia del narco en la vida nacional.

Omar García ha dado ya algunas pinceladas de lo que se puede hacer con el trabajo de inteligencia. Ha podido dar golpes al narcotráfico del Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Chapitos, Cártel de Sinaloa Los Mayos, Cártel de Caborca, y por lo menos a otros 15 grupos criminales de los llamados mini cárteles.

Por lo pronto habrá que ver qué es lo que hace Harfuch con todo el poder que en su personal se le está concentrando por instrucción directa de la presidenta Claudia Sheinbaum. Si logra cumplir con la expectativa, y se abaten los índices delictivos, Harfuch podría soñar con la sucesión presidencial.