A nada de tener juzgadores elegidos en una tómbola

Un buen  ejemplo de este tipo de gente imbécil, poderosa, maléfica y absurda, es la Senadora Olga Patricia Sosa Ruiz, -ya sabe usted-  la chica de los WhatsApp calientes con Sergio Carmona Angulo el Rey del Huachicol, “su muñeco”, su detalle; eso no importaría si Carmona no hubiera sido delincuente y genio financiero de campañas políticas electorales, eso es lo que vuelve tema de interés los excesos de la Senadora

Sosa Olga

   Nos queda claro que en México tenemos un montón de gente imbécil con exceso de poder, gente que es buena para hacer lo malo, gente miserable de alma podrida que en su paso ESTÉRIL por esta vida, sin forjar una familia, sin procurar hijos, esposo (a), es decir, sin compromisos reales de situaciones en los que uno deja la vida, sin conocer del sacrificio sano y genuino por los suyos, van destruyendo a los demás, a las personas bien intencionadas, a las que conocen el sudor por trabajar, el desvelo y dedicación que le deben a sus hijos y a su familia correctamente formada.

Un buen  ejemplo de este tipo de gente imbécil, poderosa, maléfica y absurda, es la Senadora Olga Patricia Sosa Ruiz, -ya sabe usted-  la chica de los WhatsApp calientes con Sergio Carmona Angulo, el Rey del Huachicol, “su muñeco”, su detalle; eso no importaría si Carmona no hubiera sido delincuente y genio financiero de campañas políticas electorales, eso es lo que vuelve tema de interés los excesos de la Senadora.

Fue malvada hasta el tuétano con su oponente Rodolfo González Valderrama, hoy titular de comunicación social del Congreso Federal, a quien -según los mensajes telefónicos- quería fotografiar con Sergio Carmona afuera de su departamento en Polanco, evidentemente para darle vuelo con la prensa que ellos, Sergio y Olga, pagaban. Como el Doctor Rodolfo González no acudió al llamado de Carmona, no hay foto,  pero bastó con la mala leche de ella enredada con mentiras y dinero del que le gusta gastar a Olga Sosa, el que no trabaja ella, el que no le cuesta nada, el que ha usado a lo largo de su “carrera política” para enlodar nombres como el de Rodolfo González, cuando en realidad era ella la amiga cercana del líder delincuencial.

 Esa misma suerte corren ahora algunos políticos y periodistas “oponentes” de la climatérica mujer.

 A 3 tres largos años para la sucesión gubernamental, la Senadora ya alista las bardas que pintará auto promocionándose en los ejidos más pobres y vulnerables del estado a los que acude religiosamente cada fin de semana a decir: “Les traigo el saludo del `presidente´ Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum”.

¿Comprende usted lo pobre de esta pútrida alma?

 Olga Patricia Sosa Ruiz siempre usando el esfuerzo y los logros de los demás para promocionarse, para darse ventaja, para sacar lo que se pueda de provecho; si va a Ciudad Mier, sale en Don Cuco Bots, hablando de los inicios y permanencia del negocio de botas vaqueras, ¿Eso que tiene que ver con usted y con su papel, Senadora?

A donde va, encuentra como salir de colada en los triunfos ajenos.

Tal vez por eso es que Olga Sosa tiene mala vibra, ella no es producto del esfuerzo o de la inteligencia, sino de la oportunidad, la ventaja y la mala fe.

Los periodistas críticos sabemos que el escenario que ocupamos en estos momentos de la vida pública y política de nuestro México ha retomado importancia al constituir el contrapeso más contundente y real del ejercicio del poder gubernamental y político, luego de la casi nulificación de liderazgo partidario opositor a Morena.

 En palabras que la Senadora pueda comprender: el dueño de la pluma manda.

¿Comprende? Deje la bobería, usted debería estar muy preocupada por la retórica que el gobierno de Estados Unidos tomará contra los corruptos como usted, que se prestan para construir el narco estado mexicano que todos sufrimos.

Póngase a alimentar migrantes, a construir estrategias de buen gobierno, a edificar, a hacer algo que le sonara extraño: A TRABAJAR EN PRO DE LOS TAMAULIPECOS.

 En otro orden de ideas, el proceso de elección judicial es una porquería. Es un ejercicio viciado que está a nada de concluir en una -lea usted bien- ¡TÓMBOLA!

Sin revisión de perfil, de carrera, de estado psicológico, de control sobre los compromisos personales de los aspirantes con el narcotráfico, así nada más sin límites ni garantías para el ciudadano, solo la suerte, al capricho de una ¡tómbola!

Los integrantes del Comité de Evaluación del Poder Judicial renunciaron hace un par de días porque no había condiciones para desarrollar este proceso correcta e imparcialmente.

Mientras esto ocurre, el Senado en manos de AMLO a través de su primo Adán Augusto López Hernández y demás secuaces, ya se preparan con bolitas y hoyitos para el bingo que decidirá quiénes serán nuestros juzgadores.

¡Así de increíble!

Y mientras esto ocurre en “su” Senado, mientras ahí se permite no sé si la ilegalidad, pero si la cuestionable forma de poner nuestra libertad en manos de cualquiera y al azar, Olga Sosa anda por Tamaulipas buscando bardas buenas para pintar esa, su maravillosa mazorca de dientes.

 Si Sosa Ruiz llega a su puerta pidiendo su barda, réntela bien porque ella trae proyecto y trae con qué pagar.

Nos leemos la próxima vez.