Noroña viola la presunción de inocencia de ciudadano
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado desde el primero de septiembre de 2024, no se limita a agredir verbalmente a ciudadanos que, ejerciendo su legítimo derecho, cuestionan su actuar político en aeropuertos y plazas comerciales. Tampoco se conforma con eludir el pago de impuestos al comprar su despensa; ahora da un paso más grave al violar la presunción de inocencia de un ciudadano al que acusa de haberle robado un paquete de carne durante un vuelo desde Sonora.


El 21 de enero, a través de su cuenta de X, el presidente del Senado de la República publicó una fotografía con el siguiente mensaje:
“Éste fue el cabrón que se robó mi carne cuando fui a Sonora. A ver si me pasan por lo menos el nombre”
El actuar del senador, completamente ajeno a sus funciones, le permitió obtener imágenes de las cámaras de seguridad del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, como si fuera un perito del Ministerio Público con una orden judicial. Pero no contento con difundir la imagen de un ciudadano, también abusa de su poder, por no decir que usurpa funciones de la única autoridad capaz de determinar la culpabilidad de una persona para obtener material supuestamente incriminatorio.
La versatilidad del senador no solo le permite exceder las barreras de sus funciones, sino que también le da el lujo de ignorar la Constitución, la Ley General de Protección de Datos Personales y, para coronar, al menos un tratado internacional.
Tratando de entender por qué un senador aprovecha su posición y su alcance mediático para acusar y difamar a un ciudadano quizá se deba a su desconocimiento de las leyes, algo preocupante en un legislador, de lo contrario habría tenido en cuenta el Artículo 20 de la Constitución Mexicana.
El Artículo 20, Apartado B, Fracción I, establece que toda persona imputada tiene derecho “a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa”. Sin embargo, Noroña decide adelantarse y asumir la culpabilidad de quien presuntamente robó un paquete de carne que el senador transportaba desde Sonora a la Ciudad de México en un vuelo en noviembre pasado.
Por otro lado, parece desconocer —o, peor aún, ignorar deliberadamente— el Apartado A, Fracción II del Artículo 6o de la Constitución, que establece: “La información que se refiere a la vida privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes”. A esto se suma el segundo párrafo del Artículo 16, que especifica: “Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales”.
Si la Constitución no fuera suficiente, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, en su Artículo 6o, establece que “los responsables en el tratamiento de datos personales deberán observar los principios de licitud, consentimiento, información, calidad, finalidad, lealtad, proporcionalidad y responsabilidad previstos en la Ley.”
La manera en que el senador obtuvo la fotografía del presunto responsable levanta dudas legales, particularmente en relación con el Artículo 7o, que señala: “Los datos personales deberán recabarse y tratarse de manera lícita conforme a las disposiciones establecidas por esta Ley…”. Además, el Artículo 8o establece que “todo tratamiento de datos personales estará sujeto al consentimiento de su titular…”. Dado que Noroña desconoce incluso el nombre del ciudadano, es casi seguro que no notificó al titular que su imagen sería difundida, acompañada de un texto incriminatorio, en su cuenta de X (@fernandeznorona), que cuenta con más de 486 mil seguidores.

Es probable que su desconocimiento de las leyes también abarque los tratados internacionales de los que México forma parte. Uno de ellos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, establece en su Artículo 17: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación”.
Lo mejor para el senador sería recordar cómo el expresidente Andrés Manuel López Obrador respondía a las acusaciones en su contra, como cuando los periodistas lo relacionaban con el narcotráfico: “si tienen pruebas, que denuncien”, solía decir. Noroña debería confiar en las “eficientes” corporaciones de “justicia” del país en lugar de orquestar un linchamiento público por un kilo de carne. Por cierto, también pudo haberla comprado en el supermercado donde no paga IVA porque, al parecer, su sueldo debe ser muy bajo. Es un misterio, ya que la cifra no está disponible al público, a pesar de que como miembro del Senado está obligado a transparentarla.

