
Por. Edith Olivares Ferreto
México es uno de los países más peligroso para ejercer el periodismo. Del año 2000 a la fecha han sido asesinados 169 periodistas. En Amnistía Internacional documentamos en 2024 el caso del periodista Alberto Amaro, quien en cinco años ha sufrido más de 30 ataques, que incluyen amenazas de muerte. Pese a ello, el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas insiste en retirarle las medidas de protección que le brinda. Nuestro movimiento ha tenido que intervenir para radicarlo fuera del país y protegerlo.
Alberto ha dedicado su labor informativa a cubrir hechos relacionados con la violencia y corrupción que se viven en Tlaxcala, su estado natal. Por ello, en un lustro ha sido amenazado de muerte por funcionarios y policías de Tlaxcala; ha recibido presiones de organizaciones criminales; funcionarios del estado le han impedido ejercer su labor informativa; ha sido privado de su libertad, y su domicilio ha sido atacado y allanado por desconocidos, estando presentes su esposa y su hija e hijo pequeños.

Su caso está documentado en nuestro informe Nadie garantiza mi seguridad: la urgente necesidad de fortalecer las políticas federales de México para la protección de periodistas. El informe incluye los casos de los periodistas Gustavo Sánchez y Rubén Pat Cauich, quienes fueron asesinados pese a estar bajo la protección del Mecanismo de Protección. Además, Animal Político publicó el testimonio de Alberto el 3 de mayo de 2024.
La organización Artículo 19 documentó las agresiones contra Alberto desde que iniciaron en 2019 y lo ha acompañado en las gestiones ante el Mecanismo de Protección. A ese acompañamiento nos sumamos el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) y Amnistía Internacional. Las tres organizaciones hemos realizado declaraciones públicas denunciando los ataques contra su persona.
Alberto fue incorporado al Mecanismo de Protección en 2019, desde esa fecha las agresiones continuaron. La última de ellas ocurrió el 4 de junio de 2024, cuando Alberto se dirigía a cubrir un hecho noticioso en el municipio de La Magdalena Tlatelulco, Tlaxcala. Un auto se emparejó a su vehículo y una persona le apunto con una pistola identificándose como policía de investigación y le gritó que se detuviera.
Al bajar de su automóvil Alberto escuchó que el policía se refería a él como el responsable de una nota de prensa publicada “en contra de uno de sus hermanos”. Al lugar de la detención llegaron diversos elementos policiacos. En medio de la confusión el periodista inició una transmisión de lo que ocurría a través del Facebook de su medio: La Prensa de Tlaxcala. La transmisión alertó a los policías que lo detuvieron, quienes huyeron del lugar sin que lo impidieran policías de otras corporaciones que se encontraban en el sitio.
Sobre este hecho, la periodista Gabriela Warkentin le hizo una amplia y emotiva entrevista en la emisión de su noticiero Así las cosas, del martes 11 de junio de 2024. Además, le dedicó su columna del 12 de junio en el periódico Reforma. Este mismo día, Milenio TV también dio espacio al caso de Alberto, en una entrevista reveladora que le realizó el periodista Alejandro Domínguez.
Ante la cantidad y la gravedad de las amenazas contra Alberto, en octubre de ese año la sección española de Amnistía Internacional lo acogió en su Programa de Protección Temporal a Defensores/as de Derechos Humanos.

En agosto de 2023 el Mecanismo de Protección concluyó que Alberto no corría peligro y determinó que le fueran retirados los escoltas que lo cuidaban. Cabe advertir que previo a esa fecha el periodista había sufrido ya cuatro agresiones y después de la decisión del Mecanismo fue víctima de dos más. El año previo, 2022, fue víctima de al menos 10 agresiones. En 2024 afrontó 4 más.
Alberto interpuso un amparo y en noviembre de 2023 un juez de Distrito determinó en su sentencia que no le quitaran los escoltas. En abril de 2024 ganó otro amparo para que su esposa e hijos también siguieran contando con medidas de protección. Sin embargo, el Mecanismo insiste en retirar dichas medidas negándose a cumplir lo ordenado en la sentencia y no está claro si él y su familia continuarán con ellas en el largo plazo.
Denuncias que no avanzan
A esta gravísima y preocupante situación se agrega que algunas de las demandas que Alberto ha interpuesto por las agresiones sufridas en diferentes momentos no han registrado avance. Entre ellas está la que sufrió el 4 de junio de 2024, que describí en párrafos anteriores. La situación de Amaro no puede estar supeditada a ningún tipo de ambigüedad por parte de la autoridad, puesto que su seguridad y la de su familia están en riesgo.
¿Qué hacer?
El caso de Alberto Amaro es emblemático de la gravedad de los riesgos que viven las personas periodistas en el ejercicio de su profesión. Desde Amnistía Internacional manifestamos constantemente nuestra solidaridad con personas periodistas que han sufrido agresiones y hemos exigido justicia, verdad y reparación del daño en los casos en que lamentablemente han sido asesinados, aun cuando cuentan con medidas de protección del Mecanismo de Protección.
Invito a las personas lectoras a firmar la petición que se encuentra en nuestra página para que el Gobierno mexicano fortalezca al referido Mecanismo. En el informe Nadie garantiza mi seguridad, ponemos de manifiesto la urgente necesidad de que el Mecanismo de Protección sea reformado y fortalecido. Recomendamos que cuente con recursos suficientes para no rechazar solicitudes ni suspender las medidas de protección.
Ese fortalecimiento debe hacerse también con perspectiva de género, a fin de comprender mejor los riesgos y desafíos particulares que enfrentan las mujeres periodistas. Recomendamos que se revise la metodología por la cual se evalúan los riesgos que viven las personas periodistas para definirlos de mejor manera y reducir, si es el caso, el rechazo de solicitudes de apoyo y de medidas de protección.
Es importante también que la Secretaría de Gobernación se centre más en la prevención de las agresiones que en las respuestas reactivas.
El tema trasciende fronteras porque el Estado mexicano está obligado, además, a cumplir con las recomendaciones relacionadas con la seguridad de las personas periodistas, que le fueron hechas en el Examen Periódico Universal (EPU), de enero de 2024, en Ginebra, Suiza. Además, de las que le ha formulado la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y el Grupo del Trabajo del Espacio de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Situación actual de Alberto Amaro
Alberto y su familia se encuentran actualmente en Europa al amparo del ya referido Programa de Protección Temporal a Defensores/as de Derechos Humanos, que coordina la sección española de Amnistía Internacional. Éste tiene como finalidad proteger temporalmente a un reducido número de personas defensoras del peligro inminente de violación y abuso contra sus derechos humanos.
La sección española de Amnistía Internacional, dirigida por Esteban Beltrán, ha desplegado un amplio trabajo de activismo, incidencia y comunicación para garantizar la protección, cuidado y bienestar de Alberto Amaro y su familia, así como para difundir su caso y denunciar los riesgos que ha experimentado.
En ese sentido, entre otras actividades, facilitó encuentros de Alberto con la alcaldesa de Avilés, María Monteserín Rodríguez, y con el presidente de la junta general del Principado de Asturias, Juan Cofiño. Alberto se reunió también con personas activistas de nuestro movimiento de las zonas de Ávila, Siloe y Galicia, además ha dado pláticas, así como entrevistas a diversos medios de comunicación interesados en su situación.
El testimonio de Alberto
Le pedí a Alberto que narrara sus impresiones de lo que está viviendo en Europa para las personas lectoras de Animal Político y aquí se las comparto:
Agradezco profundamente a Amnistía Internacional sección mexicana, ya que gracias a su apoyo incondicional me encuentro a salvo en Europa, gozando de una paz emocional que tanto necesitaba. Su acompañamiento y gestión fueron fundamentales para mi salida de México.
Desde el primer momento en que llegué a Europa, Amnistía Internacional me ha acogido cálida y solidariamente junto a mi familia. Los compañeros de Amnistía Internacional han sido un gran apoyo en este proceso, brindándome atención emocional y ayuda práctica para facilitar mi transición en Europa. Me siento muy agradecido por el compromiso y la dedicación que han demostrado estas grandes personas.
Vivir en Europa junto a mi familia nos ha generado una mezcla de emociones. Por un lado, estamos aliviados y agradecidos por estar a salvo, pero también extrañamos a nuestros seres queridos, a nuestro Tlaxcala, a nuestro México. Esto ha sido un proceso de aceptación completo, pero la calidez y el apoyo que hemos recibido de la comunidad local y de compañeros de Amnistía Internacional nos han hecho sentir bienvenidos.
Las reuniones y el trato con los activistas del movimiento han sido excelentes. Me he sentido escuchado, comprendido y acompañado en todo momento. Han mostrado un genuino interés por mi caso y por México, que es el país más peligroso para ejercer el periodismo fuera de una zona de guerra. Sus palabras de aliento y sus abrazos me llenan de alegría y motivación para seguir ejerciendo mi libertad de expresión y dar a conocer el informe “Nadie garantiza mi seguridad: La urgente necesidad de fortalecer las políticas federales de México para la protección de periodistas”.
Gracias, Amnistía Internacional, por ser un faro de esperanza y justicia en un mundo plagado de injusticia, porque su labor se convierte en la voz de los silenciados y la esperanza de los oprimidos.
* Edith Olivares Ferreto (@EdithFerreto) es Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México @amnistiamexico.