Justicia Gráfica// Las mansiones de la red de huachicol fiscal en Tampico

Olga y José Ramón celebran otras  coincidencias malditas,  ambos son producto del huachicol. El primero con empresa propia, de alcurnia. La otra, simplemente oportunista. Pero el beneficio del ilícito es tangible y se traduce en la compra de sus candidaturas electorales por MORENA hoy  efectivas, en pleno ejercicio

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Olsa y JR

*Jose Ramón Gómez Leal y Olga Sosa: los renglones torcidos de la cuatroT*

Sin lugar a dudas el segundo piso de la cuarta transformación debe tener un cambio tangible, debe contar con la oportunidad de enderezar los renglones torcidos de AMLO y Andy López a partir de la venta de candidaturas que hicieron a lo tonto, sin importar el perfil o calidad del beneficiado.

Bajo ese contexto y solo si la corrección permea en un nuevo ánimo de dicho partido, los Tamaulipecos podremos quitarnos de encima dos de sus sanguijuelas más perversas y maliciosas.

Me refiero a José Ramón Gómez Leal, “JR”, y  Olga Sosa Ruiz, “la Chaparrita”, ambos palomeados por Andrés Andy López Beltrán para lograr su última candidatura, y ya una vez convertidos en Senadores de la República, son los brazos de Adán Augusto López Hernández, tío de Andy, quien los arropa hoy día en la Cámara Alta.

Olga y José Ramón celebran otras  coincidencias malditas,  ambos son producto del huachicol. El primero con empresa propia, de alcurnia. La otra, simplemente oportunista. Pero el beneficio del ilícito es tangible y se traduce en la compra de sus candidaturas electorales por MORENA hoy  efectivas, en pleno ejercicio.

Ambos personajes son oscuros, fraudulentos, y aunque Olga no nació en la opulencia tampiqueña y no pertenece a ninguna familia fifí de la ciudad, su mamá se da el lujo de cambiar en cualquier tarde de primavera 55 millones con 500 mil pesos a dólares para ir de compritas; vive en una colonia tan de alta sociedad igual que la familia de José Ramón Gómez Leal.

La única diferencia es que al parecer Olga Sosa le compró una de las dos residencias que aparecen en los registros de propiedad pública a su nombre, Olga Patricia Ruiz Garza, su madre, y la adquirió justo cuando recién perdió las elecciones polémicas para la alcaldía de Tampico, en cambio el llamado “JR” desde siempre ha tenido mansión tras mansión.

¡Qué buena fortuna de la señora Olga Patricia Ruiz Garza!  Ya que luego de pagar sueldos como el de Julión Álvarez -quien llega a cobrar hasta 15 millones de pesos por presentación- tuvo suficiente liquidez  para comprar una casa elegante, en un barrio de familias ricas quienes aunque se escandalizaron con sus nuevas vecinas y el amigo de ellas, El Rey de las Pipas Huchicoleras, finalmente no les quedó más remedio que aceptar el hecho.

Me pregunto si en su declaración patrimonial están apuntadas, además de su casa de playa, en la súper residencial  Velamar, la casa de la Avenida Chairel esquina con Cerezo y la hermosa casona de la Calle Naranjo entre Sauce y Palma, a nombre de su madre Olga Patricia Ruiz Garza.

 El dinero que el huachicol propio o ajeno pero con ganancia directa es tan basto que hace posible costear no una sino dos campañas, y comprar varias casas en el sector más cotizado de Tampico “El Águila” y “Alta Vista”, y otra más a la orilla del mar, apuesto que la mujer ya tiene departamento en México.

Y que bueno, salvo por una condición: no queremos políticos ni gobernantes coludidos con cualquier figura del crimen organizado y ambos Senadores quieren ser Gobernador del Estado y ambos tienen investigaciones pendientes en Estados Unidos, ambos son corruptos, ambos incompetentes para gobernar ninguna ciudad, menos un Estado y ambos huachicoleros.

La ciudadanía no puede sentarse a esperar que la justicia Norteamericana les llegue a este par de residuos de la impunidad, en su camino a las próximas pre campañas, ahora bien, José Ramón tiene una enorme ventaja porque es cuñado del ex Gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, con amigos poderosos de aquel lado del río Bravo, que en un momento dado (y seguramente ya lo han hecho) pueden defenderlo, pero Olga Patricia no tiene nada ni a nadie en Estados Unidos, a lo mejor ha llegado a Ross, Burlington y Costco, cuando mucho a la pulga del Álamo los sábados de baile, pero nada más.

Ninguno de los dos Senadores le conviene a Tamaulipas, son del grupo que conforma lo peor de la transformación, personajes que actúan como espías e intrigan en contra de su mismo partido.

 MORENA necesita gente nueva, actores políticos limpios o por lo menos, no relacionados con el crimen organizado, políticos que sepan construir y caminar en pro de un buen gobierno, este par de vividores de la política no ofrecen absolutamente nada bueno para Tamaulipas, tienen sed de poder y dinero nada más, o que nos enseñen su cartera de propuestas legislativas, no lo harán porque no la tienen.

En el caso de la Senadora con el único ingreso que registra, aunque muy bueno, no debe ser igual que cuando estaba vivo Sergio Carmona, su muñeco espléndido que a costa del tráfico de huachicol fiscal pudo costear los gastos y gustos de Olguita y de muchos otros más políticos de MORENA. Se dice que Carmona Angulo invirtió unos 500 millones de pesos en el financiamiento electoral de los candidatos morenistas en Tamaulipas

Sin embargo ya difunto el hombre, dudo que su esposa Perla McDonald siga financiando a Olga Sosa Ruiz.

En medio del escándalo político mundial en el que se ha transformado nuestro país convertido en un campo de exterminio de todos los cárteles abrazados por López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, los mexicanos ya no queremos más trabajadores del crimen organizado metidos a políticos y luego gobernantes.

Por esta razón Olga Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal no deben aspirar a la gubernatura de Tamaulipas, ya que todo tipo de ilícito transformado en corrupción termina en desaparición y exterminio.

Nos leemos la próxima vez

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