El circo de Claudia en Querétaro/Tamaulipas y sus minas… Terrestres
En este espacio le hablamos de los explosivos terrestres allá por Abril del año pasado en hechos con víctimas mortales, sin embargo, tal vez por tratarse de delincuentes, el asunto no cobró relevancia, ocurriendo otro y otro hecho. También es evidente que los narcoterroristas nunca han detenido el uso de esta arma de guerra, penalizada por su grado de crueldad.

El coordinador estatal de las Mesas Ciudadanas de Seguridad y Justicia, Jose Calanda Montelongo -porque, aunque usted no lo crea, Tamaulipas tiene una- habló en una entrevista con más pena que gloria del tema que actualmente más preocupa a los agricultores locales: Las minas terrestres.
Recuerde usted, mi estimado lector, que en este espacio le hablamos de los explosivos terrestres allá por Abril del año pasado en hechos con víctimas mortales, sin embargo, tal vez por tratarse de delincuentes, el asunto no cobró relevancia, ocurriendo otro y otro hecho.
También es evidente que los narcoterroristas nunca han detenido el uso de esta arma de guerra, penalizada por su grado de crueldad.
Sin embargo, no existió la preocupación necesaria para impedir que una camioneta oficial con elementos castrenses fuese volada cerca de Río Bravo y un campesino por Nuevo Laredo también fuera víctima de esta modalidad criminal, de tal manera que es evidente el incremento del uso de estos artefactos ya que en la actualidad, es una práctica recurrente con 2 o 3 hechos registrados la semana pasada con saldos mortales.
Una familia agricultores de sorgo trabajaban la semana pasada en Santa Rita, municipio de San Fernando, cuando una de estas minas les explotó destrozando la camioneta, incluso dañando la estructura de acero del vehículo pesado de modelo reciente, de los 3 tripulantes, fallecieron 2 personas.
En otros hechos, también en días pasados, una camioneta de Conagua y un tractor fueron seriamente dañados al pisar y hacer explotar estas minas que los narcoterroristas usan sin control ni enojo de parte de las autoridades.
El general titular de Seguridad Pública, Sergio Chávez, solamente ha recomendado no viajar por esa región fronteriza, pero de el área de Nuevo Laredo no dijo nada, aun cuando allá ocurrió un hecho similar el año pasado, y de algún plan de trabajo para erradicarlas, mejor ni hablamos porque no lo hay, solo la advertencia oficial de no pasar por las zonas campesinas de la frontera.
¡Vaya! El ocurrente general Chávez piensa que los agricultores pueden trabajar “en línea” por Google mientras estas minas explosivas terrestres se oxidan solitas.
La parsimonia del general no se justifica, vaya, tampoco se comprende cómo es posible que ese negligente y aletargado personaje siga al frente de la seguridad de cada uno de los Tamaulipecos, una persona como él sin iniciativas ni estructura laboral asertiva o de perdido activa, a estas alturas debería estar fuera de la estructura de gobierno, según el requerimiento en las necesidades del estado.
Pero lo que menos se entiende es la actitud pasiva del coordinador de las mesas de seguridad; según la entrevista publicada, el señor Calanda Montelongo se limitó a decir que son hechos que “no deberían ocurrir” y en tono de consuelo agregó que “son minas caseras, no son minas armadas por el ejército americano ni mucho menos”.
A ver, ese material es procesado para su retiro y análisis por una unidad de Sedena llamada MG (material de guerra) y por nadie más, ya con el nombre del área responsable de la manipulación del material, nos damos cuenta que, como su nombre lo indica es un material de guerra, de modo que el hecho de la procedencia de la mina, solo lo conoce el ejército y en la práctica, no importa si es un artículo Chino o Americano, el coordinador de las mesas de seguridad debe exigir de manera enérgica resultados inmediatos a las autoridades correspondientes, al general Chávez en la prevención e identificación de los líderes narcoterroristas que usan minas terrestres, y a los investigadores, en el arresto de estos sujetos, en los órganos ciudadanos, Tamaulipas ocupa gente valiente, proactiva y sin miedo de llamar a las cosas por su nombre.
Parece que el tema de la inseguridad que a todo México embarga está cobrando con cifras muy altas la ineficacia gubernamental, esta terrible negligencia -con ánimo de decirlo en el sentido más cándido- ha arrastrado a gobernadores al descrédito, al repudio de su pueblo.
En el Ranking de aceptación que hace 3 días publicó La Jornada, Rubén Rocha Moya, el gobernador de Sinaloa, cayó al piso con solo 18% de aprobación.
Su Secretario General de Gobierno dice que Rocha Moya no renunciará por voluntad y que tampoco esa chingadera de “el pueblo bueno pone y el pueblo quita” es aplicable en su patrón, toda vez que la Ley de Revocación de Mandato NO aplica en esta administración por el periodo en que fue electo, ya que aún no se aceptaba como ley.
La voz presidencial para reafirmar la permanencia de Rocha Moya en el marco de su celebración de la Constitución ayer en Querétaro fue claro, la del payaso de la corte, Gerardo Fernández Noroña.
Y como es la mala suerte, como cala lo torcido, como el tema de la producción y venta de fentalino a los gringos que protegió Rocha Moya hasta el punto de quiebre que hoy el pueblo reclama que, al payasito chirris de la presidenta, se le olvidó el nombre de quien dijo es “su gran amigo Ricardo Rocha Moya”…. Pero no es Ricardo, es RUBÉN.
Nos leemos la próxima vez.