UNAM: Docentes denuncian fraude del sindicato AAPAUNAM para legitimarse otro periodo
No es para menos, el botín que se disputan para mantener sus exorbitantes salarios —algunos llegan a rondar los 200 mil pesos mensuales frente a los no más de 4 mil pesos de un profesor por asignatura— es monumental. En 2025, la máxima casa de estudios recibirá un presupuesto de casi 60 mil millones de pesos.

Por Egbert Méndez
La alta burocracia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha mantenido sus privilegios socavando constantemente las luchas que buscan democratizar la universidad, mejorar las condiciones de trabajo y aumentar el salario.
Uno de los medios para lograrlo es manteniendo el férreo control (anti) sindical de la Asociación Autónoma del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (AAPAUNAM), organismo que detenta el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) del personal docente.
No es para menos, el botín que se disputan para mantener sus exorbitantes salarios —algunos llegan a rondar los 200 mil pesos mensuales frente a los no más de 4 mil pesos de un profesor por asignatura— es monumental. En 2025, la máxima casa de estudios recibirá un presupuesto de casi 60 mil millones de pesos.
Con la mayoría de la plantilla docente trabajando en condiciones precarias —el 75% son profesores de asignatura, es decir, no cuentan con definitividad, cada semestre tienen que solicitar materias de su competencia y esperar a que los directivos respectivos se las concedan (mecanismo que, por cierto, ha servido para deshacerse de profesores que exigen mejoras laborales)—, varias corrientes políticas han buscado la manera de construir un sindicalismo representativo y democrático.
Expresiones como la creación del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores Académicos de la UNAM (SITTAUNAM) o las fracciones combativas del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), son prueba de ello.
T-MEC y legitimación del AAPAUNAM
El 28 de febrero de 2025, profesoras y profesores de la UNAM realizaron un mitin frente a la Torre de Rectoría, en Ciudad Universitaria, donde denunciaron el fraude que recientemente cometió la AAPAUNAM para legitimarse como el sindicato mayoritario y que por tanto detentará por otro periodo el CCT, el que por supuesto no permitirán cambiar sustantivamente en beneficio de la mayoría.
Los procesos de legitimación, como lo recuerdan los académicos en pie de lucha en el boletín que dieron a conocer ayer, fueron parte de la reforma laboral de 2019; consiste en realizar votaciones de la base trabajadora para deshacerse o afirmar al sindicato que hasta entonces detente el CCT.
La reforma estuvo inscrita en las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), que bajo el primer mandato de Donald Trump cambió de nombre a United States–Mexico–Canada Agreement (USMCA), conocido en México como T-MEC.
Hay quienes han sostenido, ilusamente, las virtudes de este mecanismo, olvidando olímpicamente el papel imperial que ha jugado EEUU en la región.
Habrá que recordar que, parte del capitulo laboral del T-MEC fue renegociado debido a la insurgencia obrera en Matamoros en 2019, lo cual sugiere la intromisión directa que busca hacer EEUU en el sindicalismo mexicano. Eso no descarta que las y los trabajadores no usen ese recurso, pues es la herramienta legal que está a su disposición.
Las y los académicos en lucha son conscientes del papel del imperialismo norteamericano. Pero al mismo tiempo señalan que ni siquiera la vía legal que impusieron se está cumpliendo.
La AAPANUAM ha cometido a todas luces otro fraude, el primero de este tipo lo realizó en febrero de 2023, dado que no lograron reunir la “participación del cincuenta por ciento más uno, del total del personal académico de la UNAM, cercano a los 40 mil trabajadores”[1], le solicitaron al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) una segunda vuelta, para la cual llegaron “con un padrón rasurado en la que se negó la participación de parte del personal académico”[2].
En esta ocasión, los académicos denuncian que el proceso vuelve a estar plagado de irregularidades: desinformación, campaña de miedo, resguardo de urnas por la AAPAUNAM, etcétera. Su resumen es contundente.
“No existe Estado de Derecho. Legalmente la AAPAUNAM no debiera de detentar la titularidad del CCT, por no cumplir con los mínimos solicitados hace dos años. Legalmente no tendría el resultado actual, debería de anularse, por el sólo hecho de que la AAPAUNAM son juez y parte del procedimiento. Legalmente no tendría por qué plantearse repeticiones frente a procedimientos fraudulentos y sancionables.”
Por tal motivo, a grandes rasgos proponen:
- Una coalición de trabajadoras y trabajadores de la UNAM, independientemente de filiaciones organizativas y/o sindicales.
- Reconstrucción de la unidad entre estudiantes, trabajadores administrativos y académicos.
- Iniciar procesos de consulta genuinos entre la comunidad universitaria.
- Coordinación con otras instituciones hermanas.
- “Luchar por una democratización auténtica de la universidad, donde se logre la justicia para estudiantes expulsadxs, profesorxs resindidxs por motivos políticos”.